El dolor siempre es una emoción que busca ser expresada y es justo en los cementerios donde los dolientes mediante la arquitectura y la poesía tratan de reflejar sus sentimientos hacia sus muertos y su recuerdo.
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Basta realizar un recorrido por las necrópolis municipales o particulares de Tampico, Ciudad Madero y la región para encontrar entre formas, arquitectura e incluso literatura que en textos originales muestran añoranza, despedida y un amor perpetuo.
El escritor Roberto González, primer lugar en el concurso Recordando a tus muertos, organizado por el municipio de Tampico, con su cuento "A veces viene la vida y te mueres" expresó que, "no hay amor que tenga huellas de crueldad" y estos sepulcros se convierten en la huella de alguien que no está y de quien lo recuerda.
Hay veces son cruces, ángeles, vírgenes, formas largas que buscan emular un castillo o tumbas pintadas con colores vibrantes, quizá los favoritos del finado, pero lo que destaca en los camposantos de la ciudad es la añoranza.
En el cementerio municipal de Tampico, es posible encontrar de todo, desde tumbas olvidadas, aquellas de personajes ilustres, políticos o artistas, la que son discretas hasta estridentes y aquellas que únicamente la familia entiende.
Aunque en la mayoría de las ocasiones los textos grabados sobre la lápida son una oración, es posible encontrar frases más personales como un "jamás te vamos a olvidar", o “en nuestro recuerdo siempre”, convirtiéndose en una promesa permanente y renovada de mantener a los nuestros, esos que se nos adelantaron en el camino de la vida, muy cerca de nuestros corazones y oraciones.