Una de las celebraciones más mexicanas es justamente el Día de Muertos, desde las ofrendas hasta las catrinas o los bailes de Xantolo, pero ahora resulta que esta fiesta se desarrolla en su mayoría con productos de procedencia china.
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Desde las máscaras de catrinas y hasta las de viejitos, calaveras, dulces, flores, disfraces y diademas son importadas desde China, desplazando rápidamente a las artesanías mexicanas típicas de estas fiestas ancestrales.
Y los artículos nacionales son fácilmente superados por los extranjeros, principalmente por el bajo costo que estos tienen, por lo que son distribuidos en comercios, tiendas de autoservicio y mercados municipales, donde ya se observan los colores y sabores propios de la celebración prehispánica.
En calidad los chinos dejan mucho qué desear, pero en la mayoría de los casos los consumidores buscan más el precio que la durabilidad.
Mario González, comerciante de la calle Pedro José Méndez de la zona de los mercados de Tampico, asegura que si bien otras manufacturas como figuras de papel picado siguen siendo netamente mexicanas, la invasión de las mercancías orientales en estas fiestas para honrar a nuestros muertos no pasa desapercibida y estas inundan mesas y anaqueles de los negocios locales.
Con costos mucho menores que las artesanías elaboradas por manos de comunidades indígenas de Michoacán, Puebla, Estado de México, entre otros, los productos asiáticos son preferidos por las familias locales ante el bajo precio que deben pagar, “aunque se trata de mercancías desechables”, agregó.
La globalización mundial ha permitido el acceso de mercancías que son copias baratas de nuestra manufactura, con las cuales honran nuestra tradición, “pero las familias tienen recursos limitados para pagar por una máscara propia del país, que puede costar cuatro o cinco veces más que una de plástico hecha en China”.
El empresario señaló que desde la semana pasada los comercios locales comenzaron la venta de disfraces y máscaras para Halloween, mientras que de manera simultánea ofrecen cráneos, flores, diademas y otros artículos utilizados en la decoración de los altares de muertos y para las fiestas del 1 y 2 de noviembre.
“Aunque este año la gente vio diezmado su poder adquisitivo por la emergencia mayor de salud, están saliendo a comprar mercancías para recordar a sus difuntos y si bien gastará menos, son las mercancías asiáticas las preferidas porque con 15 pesos pueden llevar por ejemplo una máscara de cráneo”, mencionó.
TODAVÍA SIN CLONAR PAN Y CHOCOLATE
Por fortuna productos como el pan de muerto, pemoles, incienso, chocolate o dulce de camote y yuca, tradicionales de esta época, se salvan de la imitación china y desde este fin de semana se multiplican en algunos comercios de los mercados porteños.
Traídos de la huasteca veracruzana, los artículos muy demandados en este periodo son adquiridos por las familias locales para ser utilizados como ofrendas, señaló el señor Javier Monroy, vendedor del mercado Francisco I. Madero en la zona centro de este puerto.
Desde este domingo y hasta el próximo 2 de noviembre hay buenas ventas de los artículos, que son buscados por quienes mantienen estas tradiciones heredadas por nuestros antepasados.