El municipio de Altamira estuvo `de fiesta´ en días pasados ya que se cumplieron 46 años del escudo que les otorga identidad, mismo que fue diseñado por un michoacano que hoy narra a EL SOL DE TAMPICO cómo es que surgió la idea para darle esencia a este importante valor histórico.
El escudo sigue más que vigente, puesto que en el muestra sus diferentes rubros que hacen de Altamira un lugar extraordinario en el sur de Tamaulipas, un sitio privilegiado por la ganadería, pesca, agricultura, industria, cultura e historia de forman parte del orgullo de sus habitantes y que fue elevada a ciudad a partir del 2 de mayo de 1977.
Es por ello, que esta Casa Editora tuvo la oportunidad de platicar con el autor y creador del Escudo de Armas, don Arturo Villafuerte Bedolla.
¿Cómo surgió la idea de crear un escudo para Altamira?
El entrevistado respondió que la idea de crear el Primer Escudo de Armas para Altamira fue a iniciativa del profesor Celestino López Pérez en el año de 1977.
Ello tras encabezar el Comité de Festividades Cívicas del Ayuntamiento de Altamira en la administración del exalcalde Armando Martínez Saucedo, quien un 2 mayo de ese mismo año había logrado elevar a este municipio de Villa a Ciudad.
“A iniciativa del profesor Celestino López Pérez, le propuso al entonces alcalde Armando Martínez Saucedo la necesidad de crear un Escudo de Armas, pues ese era el siguiente paso después de que al municipio lo elevaron a Ciudad”, señaló Arturo Villafuerte Bedolla.
Fue en ese mismo año y antes de que terminara la administración municipal 1975-1977, cuando lanzaron la convocatoria para que Altamira tuviera por primera ocasión el Escudo de Armas; Tampico y Ciudad Madero ya contaban con sus propios escudos, así como otros municipios de Tamaulipas.
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La convocatoria conformada por 13 puntos marcó lo que sería el primero y único concurso para seleccionar este símbolo, siendo lanzada la misma en los primeros días de noviembre, se cerraría 22 días después, por lo que los días 23, 24 y 25 de ese mes serían analizados los trabajos participantes y el 26 se daría aviso a los ganadores.
Para los ganadores del primer lugar serían 10 mil pesos; el segundo sitio, cinco mil y el tercero tres mil pesos en efectivo.
¿Qué motivó a Arturo Villafuerte Bedolla a hacer el escudo de Altamira?
Para Arturo Villafuerte Bedolla, originario de Morelia, Michoacán, quien llegó con su familia conformada por ocho a la edad de los seis años, dijo que el concurso motivo a participar a parte de la facilidad para elaborar dibujos, sobre todo por el amor que le tiene a Altamira, ya que fue el lugar que lo vio crecer, pero además la transformación que estaba teniendo en aquella época.
“A pesar de que llevo sangre michoacana, tengo mucho amor por Altamira y en aquel entonces fue mi hermana Irma y su esposo el arquitecto Félix Polanco Tavera quienes me motivaron para que entrara a ese concurso y a días de que se cerrara la convocatoria empecé a trabajar”, explicó el artista.
Indicó que en ese entonces trabajaba en el área de administración de los almacenes de las industrias nacientes Petrocel y Primex, por lo que se dio el tiempo para elaborar en sus ratos libres el dibujo.
“Mi cuñado Félix Polanco me facilitó su restirador para trabajar, me llevó varios días elaborarlo, no recuerdo con exactitud pero en aquel entonces pensé en los elementos que predominaban en nuestro municipio, además, analicé los de otras ciudades, estados y países, éste tenía que ser único en su diseño pues además se trataba de proyectar a una ciudad naciente”, destacó.
¿Qué elementos conforman el escudo de Altamira?
Siendo el dibujo su máximo talento e inspirado en la tierra que lo vio crecer como niño, adolescente y ya joven para ese entonces, Arturo Villafuerte Bedolla, a parte de los elementos esenciales que debía llevar el escudo, le puso líneas que lo hicieran distinto a los tradicionales símbolos de identidad.
“En la parte superior izquierda decidí colocarle a José de Escandón y un caballo sobre un llano que simboliza su llegada y fundación de Altamira un 2 de mayo de 1749, a lado derecho decidí dibujar la Iglesia Santiago Apóstol que es una obra arquitectónica de origen español, pero que creció a la par de esta localidad, dos elementos que estarán unidos por siempre”, agregó el entrevistado.
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En este escudo existe un tercer elemento en la parte central, un rectángulo para incluir un libro abierto a lo que explicó el entrevistado “en la página izquierda coloqué las palabras "se fundó en 1749", sobre un pergamino, haciendo alusión a cuando José de Escandón dio lectura a la carta fundación de Altamira, en el costado derecho va Se declaró en 1977, pero ya en una hoja de máquina y es cuando dejó de ser Villa para convertirla en Ciudad, en nuestra era actual”.
Para cerrar este símbolo altamirense en la parte inferior izquierda fueron colocados en un mismo espacio la actividad primaria del municipio como fue la agricultura, que consiste en plantas de maíz sembradas sobre un llano y al fondo se perciben varios cerros, haciendo alusión a la Sierra Baja Madre Oriental que existe en este lugar.
Además, en ese mismo espacio se colocó un toro cebú como símbolo de la ganadería que existe en el municipio y para cerrar un pescado entre el agua haciendo alusión a sus mantos acuíferos.
En el espacio inferior derecho el artista decidió colocar la joya de la corona que impera hoy en día como es la Industria Petroquímica, en aquel entonces apenas nacía.
“En aquel entonces un servidor estaba trabajando en las apenas nacientes empresas del Corredor Industrial, que eran pocas las que había pero que debían llevar algo al respecto, en la colocación de las tres esferas me inspiré en las que existen hoy en día en lo que fue Hules Mexicanos, ahí me senté varias veces a observar ese sitio y decidí colocarlas”, añadió Villafuerte Bedolla.
El sector industrial debió haber estado presente en la mente de nuestro entrevistado, pues durante su vida laboral se desempeñó en las empresas antes señaladas, pero también lo hizo en Policyd, G. Plastic, Kaltex y por último en Finacril.
Destacó de igual manera que en los costados colocó dibujos en forma de herrajes de la época colonial, mientras en la parte superior de los dos primeros cuadros dos líneas que albergan 12 rectángulos en tonos azules y blancos que simbolizan la antigua villa y nueva ciudad, y encima de esa parte, ya en la cúpula fue colocada un cintillo que lleva el nombre de Ciudad Altamira.
El escudo es propiedad federal
A pesar de que el Escudo de Armas de Altamira fue hecho por un michoacano que reside en la ciudad, este es propiedad federal, además, que una vez que los integrantes del jurado calificador lo aprobaron y dieron a conocer el nombre del ganador.
Por lo que se hizo lo propio por parte del Congreso del Estado de Tamaulipas para su validación; existe el original elaborado en papel ilusión y coloreado con tintas chinas para tener una mejor preservación del mismo, pues así lo indica la ley.
“En su momento fui señalado de que el Escudo no lo elaboró un altamirense, pero realmente me siento un altamirense, que con agrado he visto cómo ha ido creciendo el municipio y a pesar de que en el año 1994 el entonces director de Cultura y Cronista de la Ciudad y con base en lo que señala la Heráldica intentaron modificarlo, esto no lo pueden hacer, pues todos los derechos de autor es propiedad de la Federación”, explicó Villafuerte Bedolla.
A opinión de su autor considera que al Escudo no se le debe agregar ningún otro elemento como le quisieron hacer en el pasado “hoy en día ya no estamos en la época de la imposición, si se lleva a cabo una modificación del mismo tendría que ser consultado de una manera general al pueblo de Altamira”.
El sentimiento del autor en una obra para la posteridad
El entrevistado destacó que fue hasta el año de 1998 que laboró en las diversas empresas del entonces naciente Corredor Industrial, posteriormente a invitación del entonces alcalde Sergio Carrillo Estrada y después de haber participado en su campaña electoral ingresó a la administración municipal, a la sala infantil de la biblioteca municipal que le permitió desempeñarlo hasta su retiro hace un par de años.
“Me desempeñé como empleado municipal, del Escudo de Armas obtuve mi premio de 10 mil pesos que en aquellos años era una gran cantidad de dinero, posteriormente me dediqué a trabajar en las empresas privadas y terminé como sindicalizado del Ayuntamiento, donde actualmente gozo de una pensión, la obra la considero como mi hijo que hoy en día tiene 45 años de edad, afortunadamente no lo han modificado de sus elementos originales, a pesar de los múltiples intentos que hubo en el pasado, por cuestiones de carácter político así como que no nací aquí, pero llevo toda una vida aquí en Altamira”, agregó.
A 46 años de haber ganado el concurso del Escudo nuestro personaje aún recuerda las palabras que le dijo uno de los integrantes del jurado calificador de apellido Ferral cuando le comunicó que había ganado.
“Esto que haz ganado hoy, es historia, van a pasar gobernadores, alcaldes y tu trabajo ahí va a estar presente, realmente el señor no se equivocó, es un gusto ver que en la presidencia municipal, en la pintura de la planta baja de la presidencia, en las escuelas públicas, en los uniformes escolares, de los empleados del Ayuntamiento, en la Comapa y en otros sitios está presente el Escudo de Armas, es un símbolo de orgullo y gratitud a la tierra que me ha dado tanto y me vio crecer, pero sobre todo compartirle a las nuevas generaciones de altamirenses un sentido de orgullo y pertenencia por estar en un lugar tan bonito como es Altamira”, puntualizó.
Hasta ahora ninguna administración municipal le ha dado un merecido reconocimiento en la historia moderna de Altamira a Arturo Villafuerte Bedolla, tal vez por mantenerse fuera de los reflectores políticos y ser una persona modesta, pero debe quedar asentado en los libros de la historia que preserva la urbe industrial.