No es cosa fácil hacer reír y menos aún en un formato relativamente nuevo, como es el de la comedia del stand up. Aun así, hay algunos porteños que se han aventurado en la experiencia de escribir su propio material y probarlo en shows en vivo. Se trata de una comunidad pequeña, que trabaja por encontrar a su público y hacerlos reír a su modo.

El humor se usa para hablar de temas difíciles

Juan Loredo, Juanello, estudiaba en Veracruz cuando asistió a una presentación de Hugo Pérez, “El Cojo Feliz”. Se divirtió mucho en el espectáculo y pensó “eso no se ve tan difícil”. Tocó puertas. Se subió a un escenario. Y le fue muy mal.

“Acababa de pasar el atentado en Manchester, en el concierto de Ariana Grande y yo pensé ‘ah, mira, qué chistoso’. Conté del atentado, y dije algo así como, bueno, se veía venir, el tour se llama ‘A Dangerous Woman’…a Ariana no la van a llamar una mentirosa…, ese fue el primer chiste que dije. Nervioso. Sin tablas”.

“Pero me gustó mucho y no dejé de subirme al escenario y hasta ahora no lo he dejado de hacer”, dice Juanello en entrevista con EL SOL DE TAMPICO.

Juanello, quien lleva cinco años como standupero, explicó que la incomodidad se le hace muy chistosa, por lo que es uno de los principales materiales para hacer reír.

“Tienes que saberlo llevar, con juegos de palabras, ganarte a la gente, muchas formas que tienen que ver para que la gente te dé permiso de incomodarla, hay un contexto; es mi tipo de comedia”.

Añade que hablar de cosas difíciles en el humor nos lleva a poner esos temas sobre la mesa y nos obliga a pensar en ellos, más si vienen acompañados de una carcajada.

“Yo de repente tiro un chiste, digamos, de ‘pedofilia’, y dices ‘ah, qué chistoso’ pero ya estás hablado de eso. Sí, está mal, pero ahora sabes que existe, hay muchas cosas que se visibilizan a través de la comedia y hace que el choque con la realidad no sea tan fuerte”.

Su regla siempre ha sido que lo que dice sea más chistoso que ofensivo. “Mientras tú respetes esa regla, no importa de quién te burles; mientras lo sepas hacer”.

Con el humor en la sangre

Carolina Corpus, Carolina del Norte, afirma con mucho orgullo que es la única standupera de Tampico. Un show de Sofía Niño de Rivera la convenció de encaminarse a la comedia. “Al principio me daba mucha pena, por ser la única morra, pero si a mí me inspiró una mujer, probablemente allá afuera habrá otra loca que diga ‘si esta morra puede, yo lo puedo hacer también’”, comentó en entrevista para esta casa editora.

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Dice que ha estudiado “veinte mil carreras” no sabía si recibiría apoyo de su familia cuando pensó estudiar stand up. Lo consultó con su madre y le dijo: “si ya lo traes en la sangre; si te gusta, tú dale”.

Carolina es hija de Jesús Corpus, el payaso Jaibito, quien cuenta con más de 30 años de trayectoria. Decidió prepararse, en 2020 tomó un curso con Nicho Peñavera y comenzó en shows de micrófono abierto en bares de la Ciudad de México. “Es la única forma de probar tus chistes, frente al público”, relató.

En sus rutinas trabaja con vivencias personales, afirma que el standup tiene algo de terapéutico. A ella le ha servido para transitar por situaciones complejas como la separación de sus padres o que si recientemente la mandaron a la friendzone.

“El dolor más tiempo puede dar risa, es algo que se me ha quedado, y a manera de terapia escribo, me vacío, lo tallereo y sale algo chido para presentarlo”. Para Carolina, algo primordial para hacer reír es vulnerarse y así crear empatía con el espectador.

“Así la otra persona diga ‘ah pues él es el tonto, el pendejo; me río porque me siento identificado, por eso es que casi siempre los standuperos empiezan con frases como ‘no sé si les hace pasado…’ o ‘yo pienso que…’, así yo puedo ser la tonta, la que estoy mal”.

¿Y de qué se ríen los tampiqueños?

Carolina menciona que la gente “se ataca de la risa” cuando se dicen referencias en común entre los tampiqueños “Como cuando vas a Parisina y te pierdes, o que si vas a Sears y nunca compras nada, sólo vas al baño, o que los ovnis; puntos en común”.

Por su parte Juanello explica que el humor que más triunfa es “el estilo Óscar Burgos”, que define como de personajes. “El indio, el norteño, el homosexual. Somos de un humor muy así, a veces hasta simplón”.

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Ambos coinciden en que la gente en Tampico está dispuesta a reír, pero lo difícil es que salgan de sus casas.

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“Hace una semanas dí un show donde sólo asistieron cuatro personas -explica Juanello- claro la pasaron increíble, pero creo qe es una muestra de que el standup es un proyecto a largo plazo en la ciudad; la situación del stand up en Tampico es difícil y bohemia”, concluyó.