Carne de res y pollo, lo más buscado por farderos

Es un delito que ha crecido casi 30% en este año en tiendas de autoservicio de la localidad

Mirna Hernández

  · martes 9 de octubre de 2018

El farderismo es un delito que ha crecido casi 30% en este año en tiendas de autoservicio de la localidad y son los paquetes de carne o pollo, perfumería, ropa y electrónicos los productos más robados por ladrones ocasionales y organizados, que fácilmente aprenden y superan las tecnologías y medidas de seguridad de los negocios.

Sin cuantificar las pérdidas económicas que dejan los farderos, representa 70% del total de los robos que sufren los establecimientos comerciales, que a pesar del equipamiento no pueden frenar este delito, aseguró Elías Balderas Amador, de las tiendas Del Sol y directivo de la Cámara Nacional de Comercio de Tampico.

En entrevista, ayer, dijo que se trata de bandas organizadas especializadas en el robo a tiendas y que después comercializan desodorantes, perfumes, champús, ropa, artículos de electrónica y hasta paquetes de comida en mercados rodantes y en la vía pública.

Aunque parezca extraño, indicó, es la carne uno de los productos más robados en las tiendas de autoservicio y que se desconoce si termina en taquerías o en otros negocios, o bien son personas que no tienen ingresos, pues hay que reconocer que la zona enfrenta un alto índice de desempleo.

En el último año, el robo “hormiga” subió entre 20 y 30% porque los delincuentes fácilmente identifican y superan esquemas de seguridad, personal y cámaras de videovigilancia.

DELITO NO GRAVE

El abogado Nicolás Ortiz explicó que con el nuevo modelo penal el robo “hormiga” o farderismo dejó de ser un delito grave y quienes sean sorprendidos sustrayendo artículos de un comercio quedan libres sin pago de fianza, solamente liquidando el costo del producto.

Añadió que en el anterior esquema, un ladrón de esta naturaleza sí era detenido, pero hoy solo puede tener un arresto de 48 horas y quedar sin imputación alguna, una vez que ha pagado el objeto robado.

De acuerdo con su experiencia, no se trata de personas de bajos recursos económicos, sino de bandas organizadas especializadas en estos delitos o incluso personas que son cleptómanas y que fácilmente vuelven a incurrir en esta actividad, porque el castigo es ligero.