Carmen Cruz Marquina, Disciplina y dedicación sus claves para el éxito

Combinar el rol de mujer profesionista en un área tan sensible como lo es la procuración e impartición de justicia, con el papel de artemarcialista y a la vez madre de tres jovencitos

Otilio Núñez | El Sol de Tampico

  · miércoles 11 de marzo de 2020

Después de su paso por la Procuraduría General de Justicia en el Estado de Tamaulipas donde desempeñó diversos cargos, asume el reto en el Poder Judicial como Juez de Control | Otilio Núñez

Originaria de Tampico, hija de comerciantes y nacida en el seno de una familia humilde con un total de 9 hermanos, creció a base de la cultura del esfuerzo, hizo sus estudios en escuelas públicas y es “orgullosamente” egresada en la licenciatura de Derecho por la Universidad Autónoma de Tamaulipas en la Generación 90-95.

Durante una amena charla recordó que como alumna le echaba muchas ganas a la escuela, combinaba los estudios con las prácticas desde su primer año, iniciando en una agencia del Ministerio Público, posteriormente en un Juzgado Penal e hizo lo propio en el área Civil en la Junta de Conciliación y Arbitraje, además de pasante en un despacho jurídico.

“Mi recomendación para cualquier estudiante de Derecho es que no se apoye sólo en la escuela, tiene que involucrarse en la práctica”, señaló.

EGRESÓ YA CON TRABAJO

Con nostalgia nos menciona que inmediatamente que se tituló comenzó a laborar en el servicio público como secretario de Acuerdos de la Junta Especial Número 2 de Conciliación y Arbitraje del Estado, con apenas 21 años de edad, por ahí del año 1995.

A lo largo de cuatro años se desempeñó en la materia laboral, y en el 2000 ingresó a la entonces Procuraduría General de Justicia en el Estado de Tamaulipas donde durante 8 años ocupó el cargo de agente del Ministerio Público investigador.

Después de este lapso retomó sus actividades como abogada litigante en las áreas laboral, civil y penal, y para el año 2016 regresó a la Procuraduría donde asumió como Ministerio Público operador en el sistema acusatorio, además de ser nombrada supervisor de Ministerios Públicos en la capital del Estado en la División General de Operaciones del Sistema Acusatorio, cargo que ocupó hasta este año 2020, tomando el reto el pasado 11 de febrero de incorporarse al Poder Judicial como Juez de Control.

LA IMPORTANCIA DE LA CAPACITACIÓN CONSTANTE

El camino ha sido largo pero no fácil durante más de 20 años, ya que para regresar en su segunda etapa dentro de la PGJE, la licenciada Cruz Marquina se capacitó en el Instituto Nacional de Ciencias Penales en la Ciudad de México para desempeñarse dentro del sistema acusatorio.

Recibió instrucción en Colombia en el Instituto Procesal Colombiano, además de otro curso realizado en la ciudad de Medellín, cursó una maestría en sistema acusatorio, aunado a la capacitación recibida en la Universidad de San Diego, California, y en la ciudad de Los Ángeles, y también capacitación en razonamiento probatorio, estudios en los que los gastos han corrido por su cuenta.

“El Derecho es un área que evoluciona, un abogado que no se actualiza y capacita queda obsoleto”, refiere, y dice haber tenido la bendición de laborar durante sus inicios en el sistema inquisitivo o escrito, así como vivir la transición al sistema acusatorio y el cambio de Procuraduría a Fiscalía, algo que la hace sentirse afortunada por su participación.

La nostalgia de culminar toda una etapa en un trabajo que le llenaba de orgullo como fiscal investigador, donde se trabajaba contra-reloj sacrificando muchas cosas y con la presión social que exige resultados, estuvo latente en un inicio al asumir su nueva faceta como Juez de Control, un rol que asume como un reto más en su larga y fructífera carrera profesional.

Con una larga carrera durante más de 20 años, la Juez de Control, María del Carmen Cruz Marquina se ha destacado como profesionista, madre y deportista | Otilio Núñez

FELIZ MADRE DE TRES HIJOS Y DESTACADA DEPORTISTA

La faceta profesional siempre ha ido de la mano para ella con el rol familiar, al ser la feliz madre de tres jóvenes; un niño de 14 años, otro de 15 y el mayor de 19 que ya cursa la carrera de Derecho, algo que la hace sentir orgullosa y más porque su hijo a la par en los estudios hace prácticas en un Juzgado Civil.

Todas estas actividades no le han impedido el desarrollarse como deportista, al practicar desde hace 12 años el arte polinesio del lima lama, donde cuenta con cinta negra y segundo grado, “siempre hay espacio y tiempo para hacer deporte, además de las artes marciales practico la actividad de las telas aéreas que requiere bastante esfuerzo, me gusta el running y el kick-boxing”, dijo entre risas.

Recuerda que inició en las artes marciales cuando llevó a sus hijos de pequeños a practicar y pensó que desperdiciaba su tiempo mientras estaba sentada viéndolos entrenar, fue así como se decidió a tomar las clases con ellos y esto además de la actividad deportiva se convirtió en una forma de interacción con sus hijos, reconociendo que el arte marcial brinda disciplina y valores morales elevados.

El deporte y el gusto por las artes marciales es otra de sus pasiones que conjuga con su actividad profesional y su rol de madre | Cortesía María del Carmen Cruz Marquina

EL ROL DE LA MUJER, IMPORTANTÍSIMO

La juez María del Carmen Cruz Marquina considera que el rol de la mujer es importantísimo, más determinante y sacrificado por que aparte de sus obligaciones laborales nunca abandona las del hogar y tiene una tarea muy complicada que es la educación de los hijos; “yo veo que el futuro de la sociedad descansa en la educación, y estos valores vienen de casa, a las mamás nos toca ese trabajo, no podemos dejárselo a los maestros en las escuelas, es nuestra obligación y responsabilidad sembrar los valores en las nuevas generaciones”, destacó.

Antes de finalizar nuestra charla enfatizó que no es cuestión sólo de responsabilizar al estado y perseguir a los delincuentes, “es obligación de cada familia generar personas con alta moralidad para que así cesen los delitos, y claro que la mujer tiene derecho a manifestarse, pero yo las invitaría a hacerlo y exponerlo siempre y cuando no utilicen la violencia, esa no es la vía idónea para resolver los conflictos”.