Altas temperaturas, lluvias atípicas, frentes fríos y huracanes fuera de temporada son efectos ya del cambio climático que se vive en la región, circunstancias que representan un adelanto en los pronósticos de los especialistas, debido a que no ha cesado la contaminación en el aire y los afluentes.
El técnico y asesor ambientalista Andrés Bonilla Ibarra comentó que derivado de la pérdida de zonas arboladas en la región hasta de 30 por ciento, el adelanto en los efectos de los trastornos del clima puede seguir creciendo y se sentirán con mayor fuerza antes de lo esperado.
Indica que el aumento de hasta 15 por ciento en la pérdida de agua en el sistema lagunario del Tamesí y las contracciones de corrientes en el Pánuco son ya síntomas inequívocos de que el cambio climático está generando una variante importante en el cambio de patrones de lluvias y ondas de calor.
“Los tirantes de agua en el sistema lagunario disminuyeron de forma considerable, llegando a secarse en algunos canales, situación que hace muchos años no ocurría en estos afluentes, lo que está perjudicando de manera considerable las actividades humanas, agropecuarias e industriales”, expuso el también exdelegado de la Semarnat en la zona.
Comenta que la tala de zonas forestales en conjunto con las emisiones de gases está entre los factores que han creado situaciones de riesgo para el abasto de agua potable, pero también crean circunstancias que pueden poner en peligro la integridad de los habitantes ante posibles inundaciones por fenómenos meteorológicos.
De acuerdo a los especialistas, la capacidad de pronosticar contingencias climáticas disminuyó 20 por ciento por las variaciones en el ambiente, lo que hace más peligrosos estos eventos que, de acuerdo a los datos de los ambientalistas, no se pueden predecir en la mitad de los casos.