El sur de Tamaulipas está dejando de ser poco a poco apto para algunas especies tanto migratorias como endémicas por la afectación del hábitat natural que anteriormente encontraban; tanto la contaminación como los efectos del cambio climático han hecho de las suyas en Tampico, Madero y Altamira.
El biólogo Jorge Francisco Sosa Alejandre, director ejecutivo de Amet Conservancy Foundation, Asociación Civil señala que es necesario tener mayor conocimiento y cuidado del ambiente, explicando que esto es responsabilidad de todos y todas.
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En ese sentido expone que la zona sur de Tamaulipas, por sus características geográficas, alberga una amplia biodiversidad que cumple una función vital en el entorno. Tenemos la presencia de mamíferos como el jaguarundi, el coatí, la nutria de río, el armadillo y también contamos con reptiles como tortugas marinas, cocodrilo de pantano y una gran variedad de serpientes, la mayoría de ellas inofensivas.
De igual manera, señala, podemos observar algunas especies de anfibios como la rana de árbol mexicana, salamandras, tritones y gran cantidad de aves incluyendo a algunas especies migratorias; muchos de estos organismos bajo categorías de protección por las normas mexicanas.
Asimismo, la zona sur de Tamaulipas es rica en selvas bajas, áreas de manglar y pastos acuáticos, sin embargo, el ritmo en el que ha crecido la mancha urbana ha impactado en los ecosistemas y en la vida de muchos de estos ejemplares, habiendo incluso desplazado a algunos.
Niveles de contaminación en la laguna del Carpintero y el Chairel por encima de lo recomendado
Evidencia que la zona sur de Tamaulipas, de acuerdo a datos hasta el 2009, ha sufrido una pérdida de cobertura vegetal mayor al 50% en su cobertura secundaria y 30% en su cobertura primaria; el cambio de uso de suelos para actividades ganaderas o agricultura sigue siendo una de las principales causas de eso.
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Además, la contaminación que tienen nuestros cuerpos acuáticos va desde niveles medios en la laguna del Chairel hasta niveles altos en la laguna del Carpintero.
Ambientalistas señalan "afectaciones evidentes" en las últimas décadas
En el marco de la celebración del Día de los Animales, la región de Tamaulipas ha “comenzado a pagar” el precio de un inadecuado crecimiento urbano e industrial que genera contaminación ambiental y ruido que influyen en el alejamiento de algunas especies especiales.
Miguel Verástegui de Asociación Mediadora para el Bienestar Inteligente, Ecológico y Normado de Tampico, Madero y Altamira señala que las afectaciones a los hábitats naturales en los últimos 50 años en Tampico, Madero y Altamira son evidentes.
Ciudad Madero ha perdido más del 40% en la capacidad de sus lagunas
En ese sentido y en especial, Ciudad Madero ha perdido en las últimas décadas más del 40% de capacidad en sus lagunas debido a la invasión de las mismas así como a la sistemática contaminación de otras.
Un ejemplo de ellas, la conocida como La Ilusión, enclavada entre la Ampliación de la Unidad Nacional y la colonia 16 de Septiembre se vio en la década de los 90 reducida significativamente sus dimensiones luego de que fuera rellenada tras una invasión.
A la par, otros vasos captadores naturales también han afrontado este problema desde hace décadas además de severa contaminación con basura y descargas de aguas negras afectando estos mantos que además tienen población de cocodrilos y depredan especialmente a las aves que se posan en la superficie.
Debido a esto, de manera sistemática y al grado de que las aves las evitan, la zona lagunar de Madero que prácticamente ha dejado de recibir especies migratorias que buscan otros espacios que cumplan con los requerimientos de alimento así como calidad de agua.
Cada vez es menor la presencia de aves migratorias en Tampico y la región
Entre las especies que han comenzado a tener poca presencia en la región están:
- Las bandadas de Golondrinas
- El pájaro Cola de Tijera
- Patos
- Pájaro Carpintero
- La Mariposa Verde Limón
- Otra mariposa conocida como Gallareta
- Así como el Zopilote Albino
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Ahora solo se pueden apreciar en zonas alejadas de la mancha urbana debido a que estas les aportan ruido y contaminación.
“Sí hay espacios en donde en tiempos de migración continúan llegando, pero no a las lagunas como el Chipus y otras por la contaminación de las mismas, buscan sitios apartados y con condiciones adecuadas”, expuso.
“Prácticamente aquellos animales que se adapten a las condiciones contaminantes que ahora prevalecen serán los que permanezcan”, citó Verástegui.
Desequilibrio poblacional de especies: hablemos de los mapaches y de las palomas
La zona sur del estado afronta un riesgo de desequilibrio de especies dado que se ha notado un significativo crecimiento de los mapaches; mientras que el tlacuache, que es un depredador para especies dañinas en la zona urbana, no es tan visto como en años anteriores.
“Se ha difundido la imagen de que el mapache es un animal inofensivo, pero es todo lo contrario; no es para zonas urbanas, es portador de virus que pueden ser de riesgo para el ser humano, de las escolleras se han extendido a las zonas urbanas", aseguró el ambientalista.
En este sentido señaló que, "en cambio, el tlacuache que se alimenta de arañas, cucarachas, alacranes, ratones y otros ponzoñosos, es atacado hasta la muerte por las personas que lo consideran un riesgo”, manifestó Verastegui.
Dijo, hay gente, sobre todo en las escolleras, que ven con agrado a los mapaches y los alimenta: pero que se enfrentan al riesgo de ser rasguñados por un mapache, por lo que deben tomar todas las medidas de protección.
Señala que la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabia) considera a las palomas que abundan en las plazas públicas de las ciudades, como una plaga debido a la gran cantidad de parvovirus que portan y que en momento dado, si las personas no tienen un buen sistema inmunológico, pueden afrontan severas alergias.
Otra especie que si bien no es considerada como plaga pero a la que se debe prestar atención son las ardillas, las cuales se considera también son portadores de virus, por lo que es recomendable evitar la cercanía.
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La importancia de cuidar los árboles y evitar su tala inmoderada en Tampico y la zona conurbada
En los últimos años el número de árboles frutales así como de sombra y que eran nido de especies de aves, así como de otros animales dentro de la mancha urbana, ha decrecido de manera importante.
Basta con ver fotografías aéreas de la zona sur en donde se aprecian grandes “planchas” grises por el concreto derivado de la “urbanización” de las ciudades como un símbolo del progreso en las últimas décadas.
Los árboles atraen pájaros y otros animales silvestres, y así se restablece la armonía natural con el ambiente urbano por lo que se deben dejar áreas para árboles y vegetación evitando que grandes extensiones se conviertan en islas de calor mejorando el ecosistema.
A la par, los árboles ayudan a que el agua se introduzca en el suelo, eliminan las fuertes escorrentías, las aguas anegadas urbanas y otros problemas propios de una inadecuada urbanización.
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Sin duda, el cambio climático y la contaminación "han hecho de las suyas" en Tampico, Madero y Altamira; donde cada vez se ven menos especies como la mariposa verde limón y las golondrinas; hay un desequilibrio de otras y mientras más pasan los años, menos árboles tenemos.
