Los daños a la salud así como al patrimonio artístico de la ciudad por las heces de palomas y otras aves que confluyen en la plaza de Armas de Tampico y otros puntos de la ciudad, serán analizados por autoridades porteñas.
Las palomas que a diario son alimentadas por decenas de personas, sobre todo niños, esparcen virus y bacterias que afectan a los seres humanos como histoplasmosis (hongos en las vías respiratorias), Salmonelosis, Clamidiosis, Encefalitis de San Luis (sueño debido a afectaciones del sistema nervioso), así como tuberculosis, entre otras.
Rodrigo Azcárraga, concejal de Cultura, expuso que se analizan alternativas tanto para controlar el número de palomas en las principales plazas de la ciudad como el daño a espacios como el kiosco ubicado frente al palacio porteño así como la Catedral de Tampico, además de los daños a la salud, indicando que se analizan varias medidas.
Expuso que dos personas han confirmado que igual número de familiares han fallecido por padecimientos relacionados con los virus y bacterias esparcidos por las palomas.