La precariedad económica tumbó hasta 60 % la demanda de pescados y mariscos en el mercado La Puntilla, donde la mitad de los comerciantes solo trabaja los fines de semana, a fin de reducir gastos operativos y de nómina.
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El sector que vive un contexto inédito por las bajas ventas, ha sido gravamen ente afectado por la paralización de la economía, sin que haya visos de una recuperación cercana, por el alargamiento de la cuarentena, señalo Antonio Gutiérrez secretario general de la Unión de Comerciantes .
Algunos comerciantes abren en días terciados, o bien cierran de lunes a jueves y solo operan viernes , sábado y domingo, como una forma de reducir gastos y soportar los bajos ingresos.
Al interior del mercado son 41 comerciantes, que emplean a más de 200 trabajadores y son fuente de ingreso de varias decenas de pescadores ribereños del río Tamesí, sistema lagunario Chairel, Laguna Madre y Pueblo Viejo.
“No hay para cuando quedara superada esta crisis tan grave, pues el aislamiento social no se acaba, persiste el cierre de la actividad económica y las familias no tienen ingresos para gastar en alimentos, incluso básicos como pescados y mariscos”.
Durante la semana solo operan un promedio de 26 negocios, la gente deja de comprar entre 2 y 3 de la tarde, a lo que se suma que la escasez de producto, porque pocos pescadores están saliendo a trabajar ante el miedo a los contagios, detalló
El dirigente mencionó que el sector está muy abandonado, no tenemos apoyos para sobrevivir y estamos obligado a utilizar los pocos fondo económicos que tenemos ahorrados para mantener vivos los negocios y no cerrar definitivamente.