El cultivo de cacahuate ha resultado una opción económica para los integrantes de la Comunidad de Aprendizaje Campesino CAC Agro Zapupera, en el municipio de Tampico Alto, donde esta oleaginosa se ha convertido en una revelación al comercializarla ya procesada y en presentación de paquete.
Esto está sucediendo en la comunidad Zapupera, ubicada en la Brecha Huasteca, donde el campesino Héctor Villar Torres, integrante de este CAC ha emprendido la comercialización de cacahuate procesado, que ha resultado un producto de gran calidad y con amplia posibilidad en el mercado, ya que se trata de una mercancía con demanda.
Desde el cultivo hasta el empaquetado
El CAC Agro Zapupera lo integran unos 30 productores que practican diversos cultivos, todos con potencial de comercialización, que puede permitir el repunte en la recuperación económica de las familias de esta parte del norte de Veracruz.
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Héctor Villar reconoce que en este emprendimiento ha resultado indispensable el incondicional apoyo que le brinda a su esposa Rosa Moreno Rodríguez, ya que ella es la encargada del cocinado del cacahuate y la que le brinda auténtica sazón artesanal.
Dijo que todo comienza con el cultivo del cacahuate, el cual se supervisa para lograr un buen desarrollo de la planta, lo que rendirá en una buena cosecha en la que se colectan las vainas que posteriormente se procesarán.
El valor agregado es artesanal
La venta de cacahuate por sí solo es rentable, pero el matrimonio integrado por Hector Villar y Rosa Moreno decidió experimentar y procesar la oleaginosa mediante la fritura con aceite, en el que someten al cacahuate, al que agregan condimentos y acompañamientos como tortilla finamente cortada en cuadritos, ajo y chile.
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Todo es elaborado de forma artesanal, con utensilios de barro, en donde el toque y sabor especial está cautivando cada vez a un mayor número de personas, y es que todo se cocina a la leña, de forma lenta para que todos los sabores se combinen y así obtener un producto de gran calidad.
El productor y comerciante reconoce que todo este proceso de cultivo del cacahuate, el cocinado, empaquetado y venta se debe a la decidida labor y atinada orientación que les está brindando Jimena Méndez Talavera, facilitadora de la ruta 8 del territorio Tantoyuca.
Proyecto que se puede elevar a gran escala
El pequeño productor reconoció que este es un proyecto que puede elevarse a gran escala, en el que los beneficios económicos que se pueden obtener para los que participen pueden ser de consideración, lo que permitirá la tecnificación no solo del proceso de cultivo, sino también del cocinado y la comercialización, logrando el propósito del emprendimiento de darle valor agregado a la agricultura.
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Héctor Villar mencionó que el objetivo del programa Sembrando Vida está cumpliendo en esta comunidad al contribuir al bienestar social de sembradores a través del impulso de la autosuficiencia alimentaria, de atender la problemática de la pobreza rural, la degradación ambiental y reactivar la economía local y la regeneración del tejido social al lograr comunidades sustentables.