Las banquetas cumplen múltiples objetivos en la zona conurbada de Tampico. Uno de ellos, por ejemplo, es fomentar la movilidad segura de los peatones.
De igual manera, representan un espacio adecuado para colocar equipamiento urbano. Sin embargo, en ocasiones se hace un mal uso de este espacio público, lo cual impide disfrutar de sus múltiples beneficios.
Como parte de su infraestructura y funcionalidad, las banquetas permiten la instalación de semáforos, señalamientos, postes de alumbrado público, líneas de teléfono y televisión por cable, además de botes de basura, bocas de incendio e inclusive bancas. No obstante, a veces también se vuelven extensiones de viviendas privadas y comercios.
¿Qué son las banquetas y quién regula su uso?
De acuerdo al Diccionario del Español de México (DEM) una banqueta es un “camino pavimentado a cada lado de una calle, generalmente más elevado que esta reservado para la circulación de los peatones”.
A pesar de que, por definición, una banqueta se destina a los peatones, en ocasiones la ciudadanía tiende a darle otros usos, colocando, en su mayoría, puestos de ropa y de comida, aunado a usar el espacio como estacionamiento para vehículos de dos ruedas como motos o bicicletas. Inclusive dejando material para la construcción que impide el paso peatonal.
De hecho, tales actos contravienen el Reglamento para Construcciones del Estado de Tamaulipas.
El documento señala en el artículo 8, Título II, que el área de las banquetas no puede ser ocupadas por comerciantes ambulantes.
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Por su parte, el artículo 165, Título VII, del mismo reglamento, establece un período permisivo de solo 24 horas para colocar material para la construcción, escombros o residuos de las obras sobre las banquetas.
¿Cuáles son los beneficios de las banquetas?
Al ser un espacio público, las banquetas son de uso comunal y no responden a una propiedad privada.
En entrevista para EL SOL DE TAMPICO, el arquitecto Édgar Julián Delgado Olvera, nos platica cuáles son las múltiples ventajas de hacer buen uso de estos espacios:
“Las banquetas que se encuentran en un buen estado de conservación, que no presentan daño estructural, que están bien construidas, son sinónimo de una buena calidad de vida en la ciudad. Las banquetas proporcionan movilidad y mayor seguridad a los peatones y también brindan una sensación de armonía y una evidente ventaja estética en la urbanidad”, apunta el entrevistado.
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“Al ser un espacio público tiene que ser un espacio inclusivo, es decir, toda la ciudadanía debería transitar libremente. Por ello es necesario construir rampas de acceso para personas con discapacidad y respetar las mismas”, concluye Delgado Olvera.
Las banquetas, además de ofrecer una vía de desplazamiento seguro dentro de las ciudades, también ayudan a fomentar el comercio y propician la interacción social entre la ciudadanía de la zona conurbada de Tampico.
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Acorde al Archivo Municipal de Tampico el Gobierno Municipal de la ciudad, en 1999, destinó un presupuesto total de seis millones 247 mil 317 pesos con 32 centavos, entre otras obras públicas, para la reconstrucción de banquetas en las siguientes colonias:
Unidad Modelo
Solidaridad, Voluntad y Trabajo
Enrique Cárdenas González
Lomas de Rosales
Tancol
Revolución Verde
Nuevo Progreso
Tamaulipas
Es así que las banquetas representan un espacio adecuado para colocar equipamiento urbano. Sin embargo, en ocasiones se hace un mal uso del espacio público, lo cual impide disfrutar de sus múltiples beneficios.