/ martes 12 de septiembre de 2017

Balas de cañon, disparadas en la Victoria de Tampico

Eran las cinco de la mañana del 11 de septiembre de 1829, hace188 años, cuando comenzó la refriega entre los ejércitosmexicano y español en la desembocadura del río Pánuco, en lo quehoy es el poblado de La Barra, en lo que fue el último intento dereconquistar nuestro país.

En el lado de Tamaulipas el ejército español comandado por elbrigadier Isidro Barradas se parapetaba en el llamado Fortín de laBarra, mientras que en Mata Redonda en el norte de Veracruz, elcontingente mexicano encabezado por Antonio López de Santa Anna ylos tamaulipecos Manuel Mier y Terán y Felipe de la Garza,arremetían contra los invasores.

Esa fue la última batalla con la que se consolidó laIndependencia de México, la conocida como la Victoria de Tampico,en lo que hoy es Ciudad Madero, donde se sofocaron en definitivalos intentos de reconquista de los europeos, quienes fueronexpulsados por primera vez en la batalla de Independencia que selibró de 1810 a 1821.

La zona, según cuenta la historiadora Carolina Infante Pacheco,había sido impactada por un huracán, por lo que las fuerzas deambos bandos, principalmente el español, estaban diezmadas.

Otros mencionan que la gran cantidad de zancudos en la regióncontagió de diversas enfermedades a los subordinados de Barradas,quienes poco pudieron hacer para defenderse del EjércitoNacional.

Pero los libros aseguran que ahí se libró una encarnizadalucha que quedó en estrofas del Himno Nacional Mexicano, de la queexisten aún balas de cañón que son atesoradas por los residentesmás antiguos de La Barra.


DON PEPE Y EL PROYECTIL DE 188AÑOS


Quien atesora una de las centenarias balas de cañón de esabatalla de 1829 es don José García García, quien con sus 90años de edad asegura que como él, varios vecinos de la zonatienen una pieza similar. “Las sacaron cuando metieron el drenajehace muchos años, se hicieron excavaciones y entonces salieronestas balas, que muchos conservamos”, dice el hombre que sigueviviendo en la calle Paseo Doña Cecilia, a unos cuantos metros dedonde se supone se encontraba el fortín de los españoles.

Ese reducto que está contemplado en la historia como el últimode la corona española en México, se localizaba donde hoy se ubicael terreno entre el Monumento a la Madre, el Faro del Puerto deTampico, la escuela “Francisco Castellanos” y la iglesia“Cristo del Mar”.

Aseguran que los invasores decidieron evitar entrar porVeracruz, ya que veían más sencillo tomar Tampico y avanzar haciael sur hasta la capital, pero no contaban con el desplazamiento deSanta Anna y sus hombres. Las balas que han sido guardadas por losvecinos según menciona la historiadora, son las que se disparabanpor cañones mexicanos desde Mata Redonda, las cuales destrozaronel fortín español.

Don Pepe tiene gran apego a los artículos relacionados con lasmuniciones debido a que su padre y abuelo formaron parte delejército que participó activamente en incursiones como laRevolución Mexicana.

José y Javier García Ortiz Monasterio, padre y tíorespectivamente, estuvieron a punto de ser fusilados en el año de1914, ya que formaban parte de los federales que desarrollabandiversas incursiones en el país. En la pared de su casa en lacolonia La Barra se encuentra una vieja y poco visible foto dondeaparecen a tiro de bayoneta, al haber sido prisioneros por losrebeldes zapatistas en Zacatecas.

Está fechada en marzo 27 de 1914, “ahí mi abuelita Ana OrtizMonasterio tuvo que intervenir y abogar por ellos y les perdonaronla vida”.


ZONA HEROICA Y EN ELOLVIDO


La zona de La Barra fue denominada heroica en noviembre del año2015 por el entonces alcalde Mario Alberto Neri Castilla y sucabildo, quienes desarrollaron una sesión solemne en ese sitiopara elevar el rango.

La promesa era hacer un paseo, puntos de historia,explicaciones, un museo, recrear el fortín de La Barra y generartodo un complejo en torno a la Batalla de 1829, pero a casi dosaños después no se ha hecho nada.

La zona, considerada fundadora de Ciudad Madero, permanece encondiciones deprimentes ante la indolencia de las autoridades pordécadas.

Pese a ello, sus habitantes narran con orgullo sus historias quevan desde galeones, piratas, el nacimiento de la industriaferrocarrilera, el florecimiento de la industria petrolera, lainstalación del centenario faro hasta la lucha de la consumaciónde la Independencia de México, que justo hoy se conmemora.

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En el lado de Tamaulipas el ejército español comandado por elbrigadier Isidro Barradas se parapetaba en el llamado Fortín de laBarra, mientras que en Mata Redonda en el norte de Veracruz, elcontingente mexicano encabezado por Antonio López de Santa Anna ylos tamaulipecos Manuel Mier y Terán y Felipe de la Garza,arremetían contra los invasores.

Esa fue la última batalla con la que se consolidó laIndependencia de México, la conocida como la Victoria de Tampico,en lo que hoy es Ciudad Madero, donde se sofocaron en definitivalos intentos de reconquista de los europeos, quienes fueronexpulsados por primera vez en la batalla de Independencia que selibró de 1810 a 1821.

La zona, según cuenta la historiadora Carolina Infante Pacheco,había sido impactada por un huracán, por lo que las fuerzas deambos bandos, principalmente el español, estaban diezmadas.

Otros mencionan que la gran cantidad de zancudos en la regióncontagió de diversas enfermedades a los subordinados de Barradas,quienes poco pudieron hacer para defenderse del EjércitoNacional.

Pero los libros aseguran que ahí se libró una encarnizadalucha que quedó en estrofas del Himno Nacional Mexicano, de la queexisten aún balas de cañón que son atesoradas por los residentesmás antiguos de La Barra.


DON PEPE Y EL PROYECTIL DE 188AÑOS


Quien atesora una de las centenarias balas de cañón de esabatalla de 1829 es don José García García, quien con sus 90años de edad asegura que como él, varios vecinos de la zonatienen una pieza similar. “Las sacaron cuando metieron el drenajehace muchos años, se hicieron excavaciones y entonces salieronestas balas, que muchos conservamos”, dice el hombre que sigueviviendo en la calle Paseo Doña Cecilia, a unos cuantos metros dedonde se supone se encontraba el fortín de los españoles.

Ese reducto que está contemplado en la historia como el últimode la corona española en México, se localizaba donde hoy se ubicael terreno entre el Monumento a la Madre, el Faro del Puerto deTampico, la escuela “Francisco Castellanos” y la iglesia“Cristo del Mar”.

Aseguran que los invasores decidieron evitar entrar porVeracruz, ya que veían más sencillo tomar Tampico y avanzar haciael sur hasta la capital, pero no contaban con el desplazamiento deSanta Anna y sus hombres. Las balas que han sido guardadas por losvecinos según menciona la historiadora, son las que se disparabanpor cañones mexicanos desde Mata Redonda, las cuales destrozaronel fortín español.

Don Pepe tiene gran apego a los artículos relacionados con lasmuniciones debido a que su padre y abuelo formaron parte delejército que participó activamente en incursiones como laRevolución Mexicana.

José y Javier García Ortiz Monasterio, padre y tíorespectivamente, estuvieron a punto de ser fusilados en el año de1914, ya que formaban parte de los federales que desarrollabandiversas incursiones en el país. En la pared de su casa en lacolonia La Barra se encuentra una vieja y poco visible foto dondeaparecen a tiro de bayoneta, al haber sido prisioneros por losrebeldes zapatistas en Zacatecas.

Está fechada en marzo 27 de 1914, “ahí mi abuelita Ana OrtizMonasterio tuvo que intervenir y abogar por ellos y les perdonaronla vida”.


ZONA HEROICA Y EN ELOLVIDO


La zona de La Barra fue denominada heroica en noviembre del año2015 por el entonces alcalde Mario Alberto Neri Castilla y sucabildo, quienes desarrollaron una sesión solemne en ese sitiopara elevar el rango.

La promesa era hacer un paseo, puntos de historia,explicaciones, un museo, recrear el fortín de La Barra y generartodo un complejo en torno a la Batalla de 1829, pero a casi dosaños después no se ha hecho nada.

La zona, considerada fundadora de Ciudad Madero, permanece encondiciones deprimentes ante la indolencia de las autoridades pordécadas.

Pese a ello, sus habitantes narran con orgullo sus historias quevan desde galeones, piratas, el nacimiento de la industriaferrocarrilera, el florecimiento de la industria petrolera, lainstalación del centenario faro hasta la lucha de la consumaciónde la Independencia de México, que justo hoy se conmemora.

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