En julio del año 2014 el Caso Melany cimbró al noreste mexicano, debido a que una niña turista, procedente de Nuevo León, de apenas siete años de edad, fue raptada y posteriormente encontrada muerta en inmediaciones de playa Miramar.
En ese entonces autoridades de Nuevo León, gobernado por Rodrigo Medina, y Tamaulipas por Egidio Torre, ambos priistas, se comprometieron a coadyuvar en el esclarecimiento del hecho pero quedó en una promesa.
El padre de la víctima, Mario Emanuel Gómez, a un lustro de la tragedia precisó que se han registrado omisiones de la Procuraduría General de Justicia del Estado, el área de Atención a Víctimas y la propia Comisión de Derechos Humanos del Estado de Tamaulipas (Codhet).
“He tocado muchas puertas, he ido a varios lugares, hasta ya se cambió de Gobernadores y nosotros seguimos igual; en Tamaulipas Derechos Humanos me mandó a víctimas, víctimas me puso un asesor que ni siquiera me contacta” refirió.
Actualmente el caso se encuentra suspendido quedándose a una audiencia de la sentencia Efraín N, alias "El Loco", quien fue señalado como autor de este asesinato.
Se solicitó colaboración incluso del FBI -Federal Bureau of Investigation- de Estados Unidos "tengo conocimiento que desde junio del 2018 la Procuraduría de Tamaulipas solicitó al Departamento de Gobierno de Estados Unidos se enviara esta información, sin embargo, no hay avances y parece que a nadie le importa”.