La circulación de billetes apócrifos de 200, 500 o 1,000 pesos va en aumento en esta localidad, sin que sean detectados por dueños de tienditas o comercios en pequeño, por lo que muchos han optado por rechazar los billetes de altas denominaciones y reducir el riesgo de ser timados por delincuentes.
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Desde mediados del año pasado se detectó un incremento en el papel moneda falso, pero su dispersión subió más en diciembre y ha seguido en este primer bimestre, manifestó Pedro Portilla Barona, presidente de la Federación Estatal de Comerciantes en Pequeño.
Desafortunadamente no existe una cultura de prevención y tampoco los comercios han adquirido la máquina detectora de billetes simulados, actividad delictiva que el Gobierno no ha podido detener a pesar de las distintas medidas de seguridad que aplica en la emisión de billetes, agregó.
Asimismo añadió que algunos comerciantes han sido víctimas de los propios cajeros automáticos, donde han recibido las denominaciones falsas.
Incluso, indicó, que cuando se acude al banco a realizar algún depósito en efectivo y sale un billete falso, lo retienen y además toman los datos, como si el que deposita es el falsificador, sin que muchas veces tampoco tengan respuesta de los propias instituciones, cuando se trata de moneda emitida por las instituciones bancarias.
Lamentó que “rara vez los verdaderos delincuentes que se dedican a engañar a la población, sean identificados y castigados, por lo que se trata de una actividad delictiva que generalmente queda impune”, advirtió.
A traves de la Federación se ha exhortado a los dueños de las tiendas, minisúperes u otros negocios en pequeño, que generalmente son personas de la tercera edad a que adquieran los dispositivos para detectar los falsos billetes o incluso utilizar un lente de aumento, para que puedan identificar textos microimpresos o la luz negra, de acuerdo con las recomendaciones del Banco de México.
RECHAZAN BILLETES DE ALTAS DENOMINACIONES
Agregó que ante el incremento de las estafas, es importante el número de tenderos o dueños de taquerías, carnicerías, papelerías o farmacias en pequeño, entre otros giros, que rechazan recibir denomicaciones de 500 o mil pesos por temor a ser engañados.
Cada año, el Banco de México reportó que son 300 mil piezas alteradas las que detecta circulando en el país, en especial de denominaciones de 500, 200 y 100 pesos, pero ha faltado que haga una mayor difusión entre la poblacion para evitar fraudes.
Datos de la Federación de Comerciantes en Pequeño establecen que el año pasado 3 de cada 10 establecimiento fueron víctimas de engaños de esa naturaleza, sin que hayan sido identificados y castigados los delincuentes.