La precariedad económica empeorada por la crisis del coronavirus para las familias aumentó las compras de alimentos fiados en las tiendas de barrio, que se han convertido en un modo de subsistencia para una buena parte de la población local.
Son frutas, verduras, huevos, refrescos, tortillas, pan y hasta golosinas los que adquieren para pagar después en las misceláneas, que tienen la libertad de permanecer abiertas en esta etapa de emergencia por el avance del Covid-19.
José Carlos Martínez, de la miscelánea “Lupita”, explicó que en estos días inéditos para la población mexicana subió el número de vecinos que acuden a su tienda para adquirir alimentos fiados y abastecer el día.
“Le anoto a mis clientes entre 100 y 150 pesos, que me pagan al cabo de una semana, aunque en estos días hay un mayor número de personas que viene a comprar, porque a muchos se les ha agotado el dinero y ya no tienen para comer, al quedarse en casa”.
En estos momentos, las tiendas de barrio nos hemos convertido en la opción más cercana y fácil para la sobrevivencia de muchas familias al facilitarles productos básicos para atender sus necesidades de alimentación, comentó.
Consideró positivo que la gente dé prioridad a comprar en las misceláneas o el minisúper de sus colonias, porque así fortalecen su economía y se hace un círculo virtuoso.
TIENDITAS, LAS MÁS SEGURAS
El presidente de la Confederación Nacional de Comerciantes en Pequeño, Pedro Portillo Barona, agregó que ante la emergencia sanitaria establecida en México y las medidas de distanciamiento social, las tiendas de conveniencia son la opción más segura para hacer compras durante estos días.
Su cercanía con los consumidores, el reconocimiento y la confianza que inspiran en la comunidad, así como la menor exposición a multitudes, las hacen más seguras y es bueno que en este periodo de crisis tengan la preferencia de los consumidores, lo que fortalece la economía de ese rubro, puntualizó.