Son dos los hospitales en Tamaulipas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) los que forman parte de los 120 a nivel nacional designados para la atención de pacientes con la nueva cepa de coronavirus, de acuerdo con lo dado a conocer por Zoé Robledo, director general del IMSS al presentar el Plan de Preparación y Respuesta Institucional COVID-19.
Se trata del Hospital General Regional N°6 de Ciudad Madero y el Hospital Regional N°270 de Reynosa, los que brindarán atención durante la fase II, que es en la que se encuentra actualmente México, es decir, estos son considerados para su reconversión a nivel nacional para conforman el esquema de atención de 8 mil 59 pacientes en hospitalización y 2 mil 420 personas en terapia intensiva en el país.
En Tamaulipas hay 9 hospitales del instituto, 2 regionales que son los que se adhieren al esquema nacional para COVID-19, 5 generales de zona y 2 de subzona, estos últimos no han sido seleccionados para la contingencia ni para la reconversión en su atención de la tercera fase de coronavirus que se presente entre los mexicanos.
Ante la emergencia sanitaria y la falta de insumos, el personal médico del nosocomio de esta zona sur ha mostrado su preocupación con constantes publicaciones en redes sociales en donde se muestran con cartelones en mano pidiendo a la población “quedarse en casa” ya que ellos temen por su propia salud y la de sus familias.
Entrevistado sobre el tema, el doctor a quien llamaremos Manuel “N” en protección de su identidad, declaró que entre los más de 1 mil 700 trabajadores, impera el miedo a que se tenga un brote como el ocurrido en Monclova, “no hay detectores de temperatura ni para el personal ni para los pacientes, deben de instalarse filtros no los hay, no hay medidas establecidas en el interior del Hospital, llegan los pacientes con sospechas del virus y se están en la sala de espera, los trabajadores no tenemos la mascarilla n95 ni los trajes completos especiales para la atención al COVID-19, lo que nos han dado son guantes, gogles médicos y batas”.
Además piden la instalación de túneles sanitizantes como los que ya usa el estado de Nuevo León y módulos de detección de posibles casos sospechosos a la nueva cepa entre los derechohabientes y personal de salud, cabe indicar, que los trabajadores portan cubrebocas de tela (de las que su uso es máximo de 2 horas en el interior del hospital) y mascarillas hechas por ellos mismos o donadas elaboradas a base de material acetato.