El reflujo gastroesofágico es un fenómeno recurrente en los menores que al acompañarse de malestares digestivos o respiratorios y no es tratado de manera adecuada por un especialista, puede ocasionar que se detenga el crecimiento y frene el desarrollo neurológico, así como desarrollar una enfermedad severa que ponga en riesgo la vida.
El gastroenterólogo pediatra Dr. Gerardo Rivera Fernández señaló que es importante identificar el reflujo en los bebés y niños, para determinar si es un reflujo común o una enfermedad por reflujo gastroesofágico, obtener un diagnóstico oportuno y evitar afectaciones mayores.
El reflujo gastroesofágico (RGE) consiste en el pasaje de los alimentos del estómago al esófago, con o sin regurgitaciones o vómitos y la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es la condición de salud en la cual el RGE provoca síntomas molestos, problemas o complicaciones asociadas.
El reflujo en bebés es detonante para otras enfermedades
El especialista mencionó que el padecimiento en los menores es un detonante para la formulación de nuevas enfermedades, afectando el proceso principalmente digestivo.
"Puede ocasionar afectaciones respiratorias altas y bajas como sinusitis por reflujo hacia la nasofaringe, otitis media por reflujo, laringitis crónica y como severidad de esta, aspirar contenido ácido y ocasionar neumonitis química o neumonías de repetición", dijo.
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El gastropediatra señaló que una de las afectaciones más severas en los pequeños con reflujo es, si el padecimiento es crónico, “que los bebés no suben de peso, lo que detiene el crecimiento y desarrollo, además a lo largo de los meses presenta una repercusión neurológica, lo que compromete la vida del menor con reflujo permanente".
La sintomatología
La ERGE implica presencia de síntomas que causen molestias, problemas o complicaciones en la salud de los pequeños.
De acuerdo al gastropediatra, entre los síntomas que pueden presentarse en los menores son: vómitos o regurgitaciones luego de la alimentación, irritabilidad y llanto, hipo frecuente, alteraciones respiratorias previamente mencionadas, detención del crecimiento y del neurodesarrollo.
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“A veces, les cuesta iniciar y terminar su toma de leche, sea pecho o fórmula, tienen congestión nasal recurrente, dificultad para conciliar sueño o continuarlo, rechazo a la alimentación por esofagitis, aumento de la frecuencia de las tomas y su resultado es ausencia de ganancia de peso junto con afectación negativa del neurodesarrollo”, dijo el Dr. Rivera.
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Puntualizó la importancia de acudir con el especialista para la detección oportuna y tratamiento adecuado a los pequeños, a fin de evitar que la enfermedad frene su desarrollo neurológico.
El Dr. Gerardo Rivera Fernández, -teléfono 833 1150282- consulta en el Piso 8, Consultorio 820 del Hospital Ángeles de Tampico, con atención de reflujo gastroesofágico y otras enfermedades en niños.