“Cerca de urbanización se acerca la tensión y todos voltean porque llaman la atención”, es con esta frase que inicia el rap de los cocodrilos, inspirado en las anécdotas de Nachito, quien fuera por más de una década el alimentador de saurios de la laguna del Carpintero.
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Aunque la historia podría sonar como el guion de una película animada o de una comedia cargada de efectos especiales, fue por alrededor de 15 años que los reptiles se acercaban a la orilla de este vaso lacustre para recibir trozos de pollo y otros alimentos de parte de Ignacio Bautista, quien falleció este mes a causa de un infarto.
“Miradas asombradas observan el evento, una blanda carnada para mantener contentas a esas bestias, un hombre con agallas para alimentar al símbolo turístico de la ciudad, periódico y televisión personaje semanal y primera plana de presentación”, son algunas de las rimas que Jesús salvador Bautista Luna, su autor, plasmó en el rap de los cocodrilos.
“Chicos y grandes quedan deslumbrados ante la acción, precaución ante todo, aunque ya está acostumbrado; pero los saurios están amansados bautizándolos con nombres, el respeto a quien se lo merece, la naturaleza cambia cuando se le parece”, se escucha en las líricas que recordarán hoy y siempre a Nachito como un valiente, aventurado, pero sobre todo apasionado por cuidar a los emblemáticos cocodrilos del Carpintero.