Reynosa, Tams.- Entre el anhelo y la desesperación tres mujeres en estado de gestación esperan que por primera vez sean llamadas a la Corte de Migración para recibir respuesta a su petición de asilo político.
Se encuentran resguardadas en el albergue migratorio Senda de Vida, dirigida por el pastor evangélico Héctor Silva, pero con la expansión del Coronavirus se han detenido por completo los trámites de asilo y esperan que sean llamados hasta nuevo aviso.
Al fondo del refugio migratorio se observan tres lavaderos en el cual las mujeres aprovechan las mañanas para lavar la ropa, ahí se encuentra Julien Claudine, de 31 años, la joven de piel oscura, pelo rizado y una sonrisa que resalta dejando sus angustias en el olvido; ella es originaria de Haití.
Julien cuenta con 5 meses de embarazo y llegó a México acompañada de su esposo y su pequeño hijo, con la intención de establecerse en los Estados Unidos.
Claudine relató que en su natal Haití se dedicaba al comercio de artesanías en un mercado, pero desgraciadamente ese lugar fue consumido por un incendio y desde entonces fue dura la crisis que se les vino encima. Su esposo se encontraba en Brasil y la única opción que tuvo es ir a buscarlo y juntos emprendieron el viaje al norte del continente.
UN MES EN REYNOSA
Llegaron hace un mes a la ciudad de Reynosa, en el norte de Tamaulipas, estableciéndose con su familia en el albergue cristiano, esperando que le sea otorgada una cita con el personal de Migración americano.
Anteriormente hubo mujeres embarazadas, quienes fueron llamadas por el personal de Migración pero les negaron el asilo pese a que estaban en estado de gestación, este problema y junto con su desesperación los obligó a salir de la casa migratoria y se establecieron en diferentes partes de la ciudad o incluso se movilizaron a otros municipios de la frontera tamaulipeca.
“Actualmente en el albergue tenemos a tres mujeres embarazadas esperando que les den asilo político en los Estados Unidos, pero tendrán que esperar un poco más porque ahora nos detuvieron los trámites de asilo por las medidas que aplicaron contra el Coronavirus (Covid-19)”, expresó Héctor Silva, dirigente de Senda de Vida.
Ahora la Casa del Migrante no recibe a más personas y tan sólo cuenta con 250 entre adultos y niños.
El albergue luce cerrado y sólo pueden salir grupos de cinco personas para comprar comida, hacer otras actividades en el centro de la ciudad o sectores aledaños con la supervisión de una persona que los lleva en un vehículo oficial del albergue.
TOMAN MEDIDAS DE PREVENCIÓN ANTE EL COVID-19
Las camas de los migrantes fueron separadas por lo menos dos metros de distancia para evitar el posible contagio del coronavirus y las mujeres embarazadas duermen en una habitación apartada.
Los hombres suelen dormir en colchonetas en una habitación apartada de las mujeres.
Además reciben atenciones por parte del personal de la Cruz Roja Mexicana Delegación Reynosa, y de Médicos Sin Fronteras, quienes explicaron que hasta el momento no han detectado síntomas sospechosos de coronavirus.
En cuanto a las mujeres en embarazo reciben el apoyo por parte del personal del Hospital Materno Infantil de este municipio. Se trata de mujeres que no viven solas el llamado “Sueño Americano”, sino que lo hacen acompañadas de un ser que late y vive en su interior, para quienes anhelan tener una mejor vida del otro lado del río Bravo.