Este 2022 se cumplen 40 años de que el antiguo hospital de Tampico cerró, es decir que el inmueble ya tiene más tiempo abandonado que lo que operó, pues estuvo en funcionamiento solo 36 años, sin embargo, más allá de la nostalgia que provoca en los habitantes de la ciudad, el edificio sigue siendo tema de estudio y es una muestra de la resistencia del patrimonio del puerto.
El primer hospital de Tampico fue militar
En Tampico desde 1833 se daban ya atenciones tipo hospital en áreas que servían de cuarteles militares, por ello el primer hospital que tuvo la ciudad fue militar, un pequeño inmueble, que en los años de 1843 no solo atendió a militares, pues se ocupó además de servir a gran número de enfermos de fiebre amarilla y paludismo, al llegar estas pandemias al puerto.
Ante la llegada de cada vez más población a Tampico, a principios del siglo pasado se fundó el primer hospital civil del puerto, conocido popularmente como el Hospital Águila, pues se ubicó en la manzana número 54, de la colonia que habían fundado los ingleses que laboraban en la compañía petrolera del mismo nombre, que, por su disposición topográfica, era la mejor orientada y ventilada de la ciudad.
En este primer nosocomio público se tenía capacidad para 133 enfermos y contó con una sala de medicina y una de cirugía para hombres y otra de cirugía para mujeres; sala para operaciones, la administración tenía en los altos un observatorio meteorológico, donde se practican diariamente las observaciones que por telégrafo se comunican a la Capital de la República. El director del establecimiento, fueron el Dr. Antonio Matienzo y el Dr. Carlos Canseco.
El Hospital Civil de Tampico nace después del impacto de un huracán
El Hospital Águila, dejó de operar a mediados de la década de 1930, debido a las consecuencias que dejó un fuerte ciclón que azotó a Tampico en 1933, considerando las autoridades de gobierno que era necesario la edificación de un nuevo hospital, esta vez se diseñó uno que se consideraría como la construcción más moderna de Latinoamérica.
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El proyecto de este nuevo edificio para Tampico estaría a cargo Vicente Mendiola Quezada, que ya había sorprendido a la arquitectura mexicana con varias obras y que a la par del Hospital Civil de Tampico realizó la fuente de la Diana Cazadora en la Ciudad de México, enmarcando esta obra en el puerto dentro de la corriente monumentalista clásica.
Los trabajos del Hospital Civil de Tampico iniciaron en 1934, bajo la dirección del ingeniero Esteban Colmenares, que diseñó y construyó en Tampico las escuelas Juana de Asbaje (1926) e Ignacio Manuel Altamirano (1930), además del Edificio Alijadores (1925), obras donde la construcción se impone al paisaje.
Antiguo Hospital Carlos Canseco se construye en la vanguardia arquitectónica
“Estos tres edificios al igual que el Hospital Civil de Tampico se inscriben dentro de una corriente estilística que combina elementos clásicos, funcionalistas y de Art Déco. Todos ellos presentan imponentes remates y órdenes gigantes, consiguiendo arquitecturas monumentales”, señala la arquitecta Olga Méndez, representante del Comité Internacional de Monumentos y Sitios de UNESCO para Tamaulipas.
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Añade Olga Méndez que el aspecto del edificio fue sobrio, económico, práctico, funcional. tiene una superficie de construcción de 5,000 metros cuadrados sobre un terreno de 6,972 metros cuadrados. El área de atención e internamiento de los pacientes se ubicó en la parte central; mientras que en los extremos se ubicaron las escaleras y las áreas de servicio.
Menciona que dentro de la arquitectura post revolucionaria del noreste de México es uno de los edificios más importantes, por sus calidad artística, sus dimensiones y por ser parte de la obra del arquitecto Vicente Mendiola, quien es estudiado en diversas partes del mundo, por el importancia del patrimonio que creo a lo largo de la república mexicana.
Antiguo Hospital Carlos Canseco estuvo poco más de 30 años funcionando
Fue entre 1934 y 1946, que se realizó la construcción del hospital, la cual estuvo a cargo del Gremio Unido de Alijadores de Tampico, llevando el nombre de “Hospital Civil doctor Carlos Canseco González”, reconocido en la ciudad como el “médico de los pobres”, por su incansable vocación altruista y quien murió de un paro cardiaco en 1945, un año antes de que fuera inaugurado el nuevo hospital, por lo que se acordó que llevara su nombre.
El hospital contó con 540 camas para atender a los usuarios que eran, principalmente, personas de escasos recursos. Tenía funciones clínicas y docentes, pues desde uno sus quirófanos los estudiantes podían ver a los doctores practicar diversas cirugías, Además, estaba equipado con amplios elevadores y originalmente, el acceso principal era por una calle lateral, mientras que las ambulancias y vehículos entraban por uno de los costado, más adelante se instaló la puerta principal por la calle Altamira.
Su operación duró de 1946 a 1962, apenas 36 años, en los que fue testigo de infinidad de historias a los largo de sus pasillos y quirófanos, miles de tampiqueños y habitantes de localidades vecinas nacieron en él, considerado en su momento como el mejor hospital de México, por sus instalaciones imponentes.
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Hoy a 40 años de haber sido cerrado el Hospital Civil de Tampico y pese al abandono en que se encuentra, la grandeza de este edificio único, sigue estando entre las obras arquitectónicas más importantes del país, que incluso tiene un lugar en el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, donde se resguarda la maqueta original del inmueble como una de las joyas del patrimonio edificado de México.