Cómo urgente que se integren programas para detectar casos de afectaciones mentales en alumnos dentro de los planteles escolares de todos los niveles, calificó el director del hospital psiquiátrico de Tampico, Alejandro Cruz Rosas, para evitar el crecimiento de situaciones de riesgo entre estudiantes y maestros, como el ocurrido en una escuela de Torreón, Coahuila.

Menciona que este tipo de casos, donde un joven dispara a una maestra y luego se suicida, es una advertencia más de que los padres no están poniendo la debida atención en los síntomas de diversos males de la salud mental, pero tampoco los maestros están realizando el trabajo de vigilancia de los estudiantes en prevención de situaciones que terminen en tragedia.

Indicó que sin conocer el caso de este joven coahuilense a totalidad, lo que sugiere es un tipo de estrés por un acoso escolar, que no fue detectado a tiempo ni por los tutores ni los profesores, lo que derivó en que fuera creciendo hasta llegar a las consecuencias que tuvo, sin embargo todo se pudo haber evitado, si en los primeros síntomas los padres hubieran tratado de apoyar al joven o a los maestros les hubiera interesado lo que estaba ocurriendo.

"Debió haber existido síntomas pues, el niño tuvo tiempo para estar planeando lo que iba a ser regresando a clases, por eso muy importante siempre estar alerta al pendiente de cualquier mensaje que estén dando, nos sobre todos los jóvenes, con sus actitudes o condutas que tienen, incluso cambios mínimos a los cuales no les damos tanta importancia", expuso.

Hay cambios que son trascendentales, comentó, "por ejemplo que el joven o el niño empiece a estar irritable, que se aleje de las personas, que tenga pesadillas, que comience con actitudes hostiles hacia los mayores, que estemos viendo que ahora son juegos se vuelvan más violentos, entre otras cosas es lo que todos los padres deben de estar al pendiente observar y estar atentos para entender qué es lo que está sucediendo".

Añade qué es importante que las instituciones educativas ya vean la forma de integrar servicios de salud mental en los distintos niveles, ante el crecimiento de casos de bullying al interior de las escuelas, pero también de agresiones que han ido en escalada por diversas condiciones que se viven tanto en el hogar como en los planteles, lo que implica un factor importante para las situaciones de riesgos.