Autoridades del Sector Salud e instituciones que brindan apoyo a personas con adicciones reforzarán las acciones de prevención ante la preocupación generada por el aumento en el consumo de la droga conocida como “cristal”.
En lo que va del año el Centro de Integración Juvenil (CIJ) Tampico ha detectado tres casos de consumo de esa sustancia, así como de metanfetaminas, entre jóvenes que tienen entre 15 y 19 años de edad, lo que representa una situación de alerta ante la posibilidad de que se mantenga a la alza.
Jorge Ávalos Castelán, titular de la institución, señaló que el consumo de benzodiazepinas se registra principalmente entre menores que se ubican en el rango de edad de 15 a 19 años, el de mayor cantidad de ese grupo poblacional, quienes recurren a su ingesta para tratar de evadir problemas personales, familiares o económicos.
"Los jóvenes están encontrando una manera de utilización para distracción o aminorar aspectos emocionales a nivel de depresión y lo hacen desafortunadamente con este tipo de medicamentos, que al utilizarlos sin ninguna prescripción como un mecanismo evasivo y son uno de los aspectos que estamos viendo.
Igual no han llegado directamente al CIJ pero sí han detectado a través de llamadas telefónicas que nos hacen para una consulta de jóvenes de 20 a 25 años que están consumiendo cristal, llaman y los invitamos y algunos, llegarán a las instalaciones, pero sí es algo a destacar en lo que va de este año de consumo de cristal", dijo.
El cristal es un estimulante que se elabora a partir del uso de varios químicos, básicamente son metanfetaminas, y que igual se están produciendo de manera ilegal en laboratorios caseros y en un momento dado trae mayores repercusiones de forma inmediata a nivel cardiaco, pues si el joven tiene una predisposición puede tener consecuencias fatales", advirtió.
Para tratar de frenar el crecimiento del consumo, dijo que el CIJ y varias instituciones de salud de la zona trabajarán en el fortalecimiento de las acciones de prevención, ampliando el programa de educación y orientación a través de diversos canales como escuelas, colonias y en las propias instalaciones del Centro de Integración Juvenil.
Destacó que no obstante, los esfuerzos que hagan las autoridades e instituciones que buscan prevenir el incremento de este problema de saud pública, es preciso que los familiares de los jóvenes se involucren y también participen en esta estrategia.
"Aquí lo importante es dos cosas: primero, que el joven pueda tener conciencia o visión ocasionando un daño y, segundo, que la familia se involucre en casos exitosos en donde nos sentimos muy contentos y orgullosos cuando la familia se involucra empieza a aprender cómo tratar la enfermedad", apuntó.