Campos de ensueño con girasoles, lavanda y orquídeas, que se agregan a recorridos extraordinarios por ranchos menonitas en el sur del estado, que complementan la ruta del mezcal, viñedos y olivos en los municipio de Jiménez y Victoria, obsequian experiencias únicas a los amantes del turismo de naturaleza en Tamaulipas.
Para los viajeros entrar en contacto con el campo, sus frutos, colores y olores da la oportunidad de olvidar la rutina y ajetreo diario, ofreciendo a la industria turística de la entidad la coyuntura perfecta para explotar su formidable potencial, así como llevar bienestar y progreso a las comunidades rurales.
La presidenta de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes de Tamaulipas, Adriana Nájera, subraya que la explotación turística de esos recursos naturales apenas comienza para conforman las rutas que ya resultan atractivas para los visitantes procedentes de otros estados.
Suscríbete a la edición digital de El Sol de Tampico aquí
Esa oferta, a la que se agregan proyectos como la ruta del tequila, generó en plena pandemia el florecimiento de touroperadoras en Tampico, Victoria y Mante, únicas en la promoción del turismo estatal y que tienen el gran reto de difundir esas riquezas entre los locales.
CAMPO DE LAVANDA
Saliendo de Tampico, el primer recorrido es el campo de lavanda, en el rancho Santa Gertrudis, a la altura del kilómetro 63 de la carretera Tampico-Mante, donde de noviembre a enero existe la oportunidad de deleitarse con una de las plantas aromáticas más valoradas por su belleza, perfume y propiedades medicinales.
De la familia Williamson Osti, el plantío se denomina Salmo 23 y fue diseñado por un paisajista, es la oportunidad de conocer ciertos elementos de la composición bíblica y comprobar que los lugares de verdes pastos nos hacen descansar.
El sitio da empleo a numerosas personas, permanece abierto de martes a domingo y es una alternativa para disfrutar de un recorrido bonito y relajante, así como de adquirir en su tienda productos orgánicos, como jabones, aceites o bálsamos a base de una diversidad de plantas aromáticas.
GIRASOLES QUE ENCANTAN AL MUNDO
Más adelante, en el kilómetro 101 de la carretera Tampico-Mante, se localiza el deslumbrante campo de girasoles.
En el rancho “Betty”, durante cada diciembre los visitantes pueden tomarse la foto, gozar del espacio natural, que tiene como fondo el Cerro del Bernal, pero también disfrutar de la comida típica del lugar o bien llevar sus alimentos para un picnic rodeado de la belleza de la flor mexicana, que ha encantado al mundo e inspirado a grandes pintores.
Los sembradíos dorados atraen cada año a miles de personas y familias, siendo un paseo que cada vez gusta más a locales y foráneos.
MENONITAS ABREN SUS PUERTAS
Pocos kilómetros después, la comunidad menonita en Estación Cuauhtémoc, entre Manuel y González, se dejó convencer tras arduo trabajo de la Asociación de Agencias de Viajes para incluirlos en la ruta y ahora permite el ingreso de visitantes, interesados en su organización y estilo de vida.
Adriana Nájera cuenta que en los recorridos la gente queda muy contenta porque disfruta de la convivencia con venados en corral, luego de hacer compras de jabones, aceites, galletas, y por supuesto, su famoso queso, que además es distribuido en la ruta de Barrancas del Cobre, en Chihuahua. El lugar es espléndido y ofrece un paisaje espectacular con la figura imponente del Cerro del Bernal.
LA RUTA DE LA CAÑA Y LAS ORQUÍDEAS
La naturaleza tamaulipeca es tan abundante y muy a menudo desconocida por sus propios pobladores, señala la pujante empresaria, y seguramente sorprenderá saber que en el municipio de El Mante existe un campo de orquídeas.
Se trata de un proyecto sustentable de reproducción y estrategia complementaria de conservación, ya que algunas especies de orquídeas se encuentran en riesgo de extinción, permitiendo una producción de 2 mil 083 orquídeas gruesas anuales en poco más de dos hectáreas.
El recorrido por el invernadero está incluido en una Ruta de la Caña, que integra al castillo de Nueva Apolonia y es el casco de la exhacienda El Naranjo, localizado a pocos metros del río Santa Clara y, que según cuenta la leyenda, era un lugar frecuentado por el presidente Porfirio Díaz para practicar la cacería.
AGROTURISMO EN CRECIMIENTO
Alberto Ortega Ortega, presidente de la Asociación de Hoteles del Sur de Tamaulipas, destacó que el agroturismo tiene enorme potencial en la entidad y a pesar de la contingencia sanitaria ha comenzado a despuntar con apoyo de las agencias de viaje especializadas en ese tipo de turismo.
En ese contexto, explicó que en unos meses quedará terminada una mica con esos recorridos y ofrecidos mediante el código QR a los huéspedes, para que conozcan la oferta e identifiquen a las operadoras que ofrecen estos periplos por la naturaleza.
Hay muchos proyectos y el menú se enriquece con la ruta del mezcal, próxima a abrirse en el municipio de Jiménez, donde los amantes de esta tradicional bebida tendrán motivos para visitar esa parte de la región, con una enorme vocación mezcalera, que ya se difunde en el país y en el mundo con la marca “Sierra Chiquita”, añadió.
VINOS Y OLIVOS
A esto hay que agregarle el primer viñedo de la entidad denominado Monterredondo, el cual ha sido ya escenario de pasarelas de moda y de presentación de la cuera tamaulipeca.
En el sitio, ubicado sobre la carretera Victoria-Tula en el kilómetro 105, se siembran distintas variedades de uva: Merlot, Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Malbec, y uno de sus proyectos es abrir sus puertas a visitantes, explicó el señor Ortega.
Otro proyecto, dice, que enriquece la oferta turística, es la plantación de olivos, en la región semidesértica del municipio de Tula. Muy cerca del Pueblo Mágico se localiza el campo, que en revistas especializadas se ofrece para hacer recorridos a esta fábrica y conocer cómo de los olivos se extrae el aceite, que se exporta a Estados Unidos.
El agroturismo es actividad de descanso en el campo, dando la oportunidad a los viajeros de entrar en contacto con la vida, la cultura, el folclor y las tradiciones de su propio país, que aún se conservan en los pueblos, así como de llevar progreso y bienestar a sus habitantes con la derrama económica generada por los visitantes.