La zona norte del estado de Veracruz, reconocida durante décadas por la destacada producción ganadera y agrícola, enfrenta un serio problema relacionado con la sequía, se trata de la degradación de la tierra por desertificación, que en los últimos cincuenta años, debido a la actividad humana ha provocado la deforestación para la cría de ganado bovino y los cultivos.
La aparente necesidad de brindar espacios abiertos para el pastoreo de ganado provocó que los productores talaran gran cantidad de árboles endémicos de la región, sin imaginar que ahora esto forma parte del proceso de degradación del suelo, sin sombra para los animales durante la temporada de calor que apenas comienza, además que contribuye al cambio climático.
El productor ganadero Gonzalo Mar del Ángel, en la comunidad La Mina, reconoció que el problema de sequía en esta parte del estado se ha presentado desde siempre, pero la podían afrontar, pero se agudizó desde que comenzaron a tirar árboles para darle más terreno donde pastorear al ganado, dejando potreros sin sombra y sin posibilidad de refrescar durante el estiaje.
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“Vemos que ahora que ya no hay árboles como antes, las lluvias ya no se presentan de la misma forma, ni en los periodos que antes estaban bien marcados” refirió.
BOSQUES, SELVAS Y MONTES AYUDAN A REGULAR LA TEMPERATURA
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) establece que los bosques, selvas y montes juegan un papel importante no solo para la diversidad biológica de ecosistemas; estas extensiones de terreno funcionan como una gran regulador de temperatura del planeta ya que tiene la capacidad natural para fijar y absorber el dióxido de carbono generado por la actividad humana.
QUÉ BONITO SE VE TODO LIMPIECITO
Para el historiador y apicultor de Ozuluama, Jaime Montell, el problema de la deforestación se presenta porque la gente considera que un potrero sin árboles se ve bonito, lo que se ha convertido en un atentado contra la naturaleza, ya que no hay conciencia de ecología y la ley no se aplica, “entre pueblo y gobierno estamos haciendo un desastre de ello”, expresó.
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El también escritor recordó que en 1950 toda la región era monte tropical, y poco a poco comenzó la deforestación, después a paso acelerado con la aparición de la maquinaria pesada y la gente deforestó para sembrar pasto sin conciencia ecológica de la magnitud del problema ambiental que esto generaría.
Una expresión de este lugar dice “qué bonito se ve todo limpiecito” dejando grandes extensiones sin un solo arbolito, lo que hoy se padece por la falta de sombra y de lluvias. Las leyes se deben aplicar para frenar este problema “que se aplique si es federal, estatal o municipal, debe hacerse válida, además de implementar programas para crear conciencia entre los productores y la población en general sobre la necesidad de conservar los árboles y de sembrar muchos más”.
En Tampico Alto, el productor pecuario, Mario Lozano Rentería reconoció que la tala inmoderada en los potreros es la causa que la sequía azote con mayor rigor las tierras de pastoreo, porque los árboles ayudan a retener la humedad de la tierra, brindan sombra a los animales y en ocasiones, dependiendo la especie, son forrajeros, es decir, pueden alimentar al ganado.
Al reconocer el error en el que se incurrió hace varias décadas con la tala de árboles en los potreros, se dieron cuenta de la importancia ecológica y alimentaria de los mismos, no solo en los potreros, sino en la creación de cercas vivas, además que los de mayor tamaño facilitan la regeneración de la vegetación bajo su copa, al atraer fauna dispersora de semillas y ofrecer condiciones propicias para la germinación y establecimiento de plantas arbóreas de diversas especies.
Manuel Aguilar Hernández, productor pecuario en el municipio de Pueblo Viejo, tiene un rancho en condiciones poco favorables para la actividad ganadera, debido a la tala de árboles que en su momento realizó, dijo se hizo con fines de ampliar el espacio donde pasta el ganado, pero aseguró se percató que también daba, estéticamente, una mejor imagen que a fin de cuentas a los animales nunca importó y que ahora es un yermo donde forzozamente mantiene su ganado.
LA RECURRENTE SEQUÍA EN EL NORTE DE VERACRUZ
En un estudio realizado por el departamento de Fomento Agropecaurio que encabeza el Médico Veterinario Zootecnista, Cruz Mar del Ángel, reveló que en el municipio de Ozuluama las sequías prolongadas recurrentes han sido en los años de 1995, 1997, 1998, 2000, 2001, 2003, 2005, 2017, 2018, 2019 y 2020 han impactado directamente en la productividad en el campo.
Solo en lo que respecta al 2020 se redujeron en 30%, con respecto al 2018, el nivel de producción, donde una línea de desertificación de más de 48 kilómetros avanza gradualmente año con año, dificultando la producción de forrajes y el abastecimiento de agua para la producción agropecuaria.