Autoridades en materia de salud en Tampico advierten que no se puede garantizar la protección anticovid en el círculo de socialización que tienen los estudiantes durante su estancia en las aulas.
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Al ser cuestionado sobre la polémica que ha desencadenado la propuesta de los colegios privados de reanudar clases presenciales a principios de marzo a nivel nacional, el responsable jurisdiccional de Salud en Tampico, Héctor Pérez Monsiváis, enfatizó que debe de ser tomada en cuenta la opinión de los padres de familia, ya que el riesgo es elevado aun cuando se garantice la vacunación de los docentes.
“Se tiene que considerar la opinión de los padres porque una medida que disponen otros estados es vacunar a los maestros, pero el maestro no es la única fuente de contagio, los propios alumnos son los que pueden serlo, hasta el medio de transporte, personal de intendencia y de otras áreas. Mientras no haya protección de todo el circulo de socialización que tiene el alumno, es jugarle un volado”.
Pérez Monsiváis dijo que lo oportuno es esperar que la vacunación haya tenido mayor cobertura entre la población, enfatizando, que será el Comité Estatal de Seguridad en Salud, el Gobierno del Estado de Tamaulipas y la Secretaría de Salud estatal (SST) quienes determinen el momento adecuado para que los miles de estudiantes, niños, adolescentes y jóvenes se reincorporen a las aulas, sin exponer su salud e integridad en esta pandemia que ha cobrado la vida de más de cuatro mil personas.
En el momento en que se confirme la apertura de las escuelas, el entrevistado afirmó que estarían aplicando y supervisando el cumplimiento de las mismas medidas que como sector salud han establecido en comercios y áreas de servicio.
Remarcó que es el obligatorio filtro sanitario, control y detección de sospechosos y seguimiento de los casos, así como la aplicación de estrictas medidas de prevención.
Hasta este martes 23 de febrero, el virus sigue activo con más de mil casos en la entidad. Además de que la vacunación se aplica únicamente en personal de salud de primera línea y en adultos mayores de 60 años con residencia en zonas rurales, ejidales y marginadas.
