La fuga de jóvenes egresados de diversas carreras de universidades de la zona sur de Tamaulipas va en aumento ante los bajos salarios que se registran en la región.
Esta migración del talento no es nueva, se ha dado en las últimas dos décadas, de acuerdo con el análisis elaborado por el economista Jorge Alberto Pérez Cruz, catedrático de la UAT, en el que se precisa el rezago en la recuperación del empleo bien pagado para los jóvenes.
¿A DÓNDE MIGRAN LOS JÓVENES DE TAMPICO, MADERO Y LA REGIÓN?
“Se ha complicado mucho, es uno de los aspectos que ha afectado y ha dado impulso a la migración, porque no se generan los recursos necesarios para subsistir en el sector de profesionistas y buscan migrar a otras regiones que haya mejores condiciones de empleo”, explicó.
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Apuntó, “hablamos de que en la última década ha sido una constante a nivel profesional, el análisis se hace de 15 a 29 años, son los que tienen nivel medio como preparatorio y profesional”.
Se estima que uno de cada cuatro jóvenes, 25% del total, que se encuentra en edad profesional termina por migrar hacia la Ciudad de México, Monterrey, el Bajío y Jalisco, son las cuatro zonas donde los profesionistas de esta región migran más”.
En los últimos 19 meses se han perdido cinco mil 112 empleos formales para los jóvenes del sur de Tamaulipas, al pasar de 41 mil 659 en el primer semestre de 2020 a 36 mil 547 empleos en el primer semestre del 2021, de acuerdo a datos del IMSS.
ALTAMIRA: LA CIUDAD CON EMPLEO MEJOR PAGADO DE LA REGIÓN
Esta migración se da porque buscan mejores salarios, ya que empleo sí hay en la zona sur de Tamaulipas, pero los salarios no son tan buenos y en su afán de tener mejores condiciones buscan alternativas fuera de la región.
“En el sur ha habido un crecimiento en términos de las oportunidades con mejores salarios, sin embargo, no ha crecido tanto como el número de egresados de las universidades”, dijo el doctor en Economía, indicando que Altamira que es la ciudad que mejores salarios genera, no obstante no es suficiente.
“Hablamos de 11 mil pesos al mes, cuando ese nivel de salarios es producto de la actividad que se desarrolla, Altamira sí ha generado empleos que son bien remunerados y es donde se ha ido incorporando mucho joven que sale de ingenierías” refirió.
La Ciudad de México se vuelve un lugar atractivo para trabajar, sobre todo porque los salarios son más atractivos comparados con la zona conurbada, “allá (Ciudad de México) son de 18 a 22 mil pesos, casi el doble, también aspectos como el costo de la vida compensan la balanza, pero sigue siendo mejor oportunidad, porque ahí se generan estos empleos sobre todo en áreas administrativas”.
En este sentido, comentó que los que migran son aquellos que desarrollan actividades administrativas, buscan empleo en los corporativos en Monterrey y el Bajío o en la Ciudad de México donde hay empresas que los pueden ocupar en puestos de contabilidad, administración, finanzas, economistas y en derecho.
En el caso de Tampico y Ciudad Madero los salarios andan entre seis y ocho mil pesos al mes para un profesionista recién egresado, lo que consideró es un nivel bajo, “los que se quedan tienen esa expectativa o tienen otras actividades que compensan sus ingresos”.
ATRAER MÁS INVERSIONES, SOLUCIÓN PARA EVITAR FUGA DE TALENTOS
El economista consideró que esta región necesita impulsar inversiones que generen mejores salarios, sobre todo para áreas donde hay mucha necesidad como las administrativas, donde no se generan empleos.
“Tuvimos una época hace 20 años cuando había presencia corporativa importante, era fuerte cuando veíamos los censos del 2004 había corporativos y demandaban otro tipo de administraciones, pero con las fusiones se movieron a Monterrey y la Ciudad de México, eso disminuyó la demanda de trabajadores con ese perfil”, dijo.
Ahora donde se complica mucho encontrar empleo es precisamente en áreas de administración y contabilidad, porque las ingenierías han tenido un buen impulso en esta zona.
“Se habla de inversiones de millones de dólares, sin embargo, solo generan pocos empleos, y el hecho de que la derrama económica se integre a cadenas productivas locales debe ser prioridad para que permee el beneficio en la comunidad”, apuntó el economista Jorge Alberto Pérez Cruz.