La labor educativa en Tamaulipas se ha vuelto aún más laboriosa durante la pandemia. En tiempos donde la contingencia sanitaria impide el regreso a las aulas, son los maestros y los padres de familia quienes con un esfuerzo extraordinario intentan mantener al corriente en sus clases a los más pequeños.
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El principal reto ha sido la adaptación, explicó David Hernández Muñiz, asesor de la Asociación de Padres de Familia del Sur de Tamaulipas, quien dijo que -desde marzo- los involucrados en el proceso de enseñanza-aprendizaje han puesto todo de su parte para lograr entender esta nueva modalidad.
“Es importante destacar que los niños de primaria y secundaria no estaban acostumbrados a clases virtuales, ni siquiera en las escuelas particulares. Aquí el problema fue que ha sido un cambio muy rápido y se llevaron dos o tres meses para comenzar a entender el proceso, tanto en el caso de los maestros como de los alumnos”, comentó el entrevistado por EL SOL DE TAMPICO.
La situación fue aún más caótica en las instituciones federales debido a que ninguna estaba preparada para dar clases virtuales, “entonces lo que hicieron fue a través de los padres de familia. Se crearon grupos de WhatsApp donde se compartía todo lo que se tenía que hacer, desde investigaciones hasta evaluaciones, el comienzo fue en esa plataforma”.
Sin embargo, esa iniciativa solo reflejó una realidad que permanecía invisible para algunos: “todo mundo se dio cuenta de que muchos alumnos no contaban con la tecnología, con servicio de internet, con una computadora y permanecían ajenos a lo que eran las clases virtuales”.
LOS ALUMNOS DESCONECTADOS
Tras un estudio realizado por esta asociación en Tampico, Ciudad Madero y Altamira, se logró detectar que, en abril de 2020, alrededor de 24 mil alumnos de nivel básico estaban en riesgo ante la carencia de dispositivos electrónicos o conexión a internet.
Al final del ciclo escolar 2019-2020 fue la Secretaría de Educación en Tamaulipas (SET) quien observó estas condiciones y tomó consideraciones para no afectar a los estudiantes.
El reto era seguir aprendiendo y para iniciar el ciclo 2020-2021 se hicieron algunas adaptaciones, se arrancó el nuevo periodo con un repaso general y se exhortó a los profesores a trabajar con los niños y jóvenes que no tenían internet o televisión a través de cuadernillos de trabajo.
“Ya hay más orden en el sentido de que ya se han tomado cartas en el asunto, se verificó por parte de la SET quienes no contaban con herramientas electrónicas y se comenzó a trabajar con los maestros por medio de cuadernillos, es así como estamos trabajando”, describió el representante de los padres de familia en la región.
Aunque el panorama es más alentador que hace más de 10 meses, aún hay factores propios de la naturaleza infantil que siguen impidiendo el aprovechamiento al máximo de las clases en línea.
“Algo que hemos visto a nivel primaria, sobre todo, tanto en escuelas públicas como particulares, es que son niños muy chiquitos que no pueden mantener la atención por seis horas durante una clase virtual; menos en su casa que no es un ambiente escolar. Esta modalidad también ha traído sentimientos encontrados o depresión, hay pequeños que simplemente se duermen en plena clases, eso es lo que todavía no se ha podido solucionar porque es un cambio muy fuerte.
El 2020 ha traído grandes cambios en la educación escolarizada, sobre todo para los 70 mil estudiantes que -estima la asociación- radican en el sur de Tamaulipas. Ellos recibirán un año nuevo con el objetivo de seguir aprobando sus materias y con la esperanza de regresar a las aulas y reencontrarse con sus amigos y docentes.