Don Carlos es un adulto mayor que innovó la forma de vender zapatos en el centro de Tampico, al mandarse a hacer un chaleco-aparador especial para llevar su calzado a las personas que deambulan por esta zona.
“Es una forma de ofrecer mi producto, que son zapatos mexicanos traídos de León, Guanajuato, acercándolos a los clientes. Es zapato industrial, de trabajo, por la vocación de la zona”, relató a EL SOL DE TAMPICO.
Bajaron las ventas
El hombre, pensionado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y próximo a cumplir los 74 años, abrió su establecimiento sobre la calle Altamira, a pocos metros de la calle Juárez. Sin embargo, debido a que no tenía ventas, buscó nuevas estrategias.
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“Yo veo que las zapaterías grandes tienen aparadores, luces, pero yo tengo muy poco, por eso se me ocurrió hacer este chaleco para mostrar los zapatos”, indicó.
Le aplicó creatividad
Explicó que para hacer este chaleco, que no pesa aunque es complicado de colocarse, tuvo que recurrir a un amigo carpintero.
“Le agradezco mucho a mi amigo Aniceto, es un carpintero. Yo le di la idea y él la captó; a mi chaleco le colocó esas bases de madera y las varillas para sostenerlo”, señaló.
Dijo que, aunque la gente se sorprende de verlo, ha recibido saludos y buenos tratos. “No puedo alejarme mucho porque yo estoy solo en mi negocio, que se llama D'Carlo. Salgo a ofrecer mis zapatos, pero no me alejo más allá de una cuadra”, indicó.
Lo ayudan sus jóvenes vecinos
Diana, quien trabaja en un local vecino al de Carlos, fue quien se encargó de difundir la historia de Don Carlos en redes sociales.
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“Aquí nos damos cuenta de todo, veíamos que no tenía ventas y por eso se me ocurrió compartirlo en redes sociales cuando se pone su chaleco, y eso ha sido muy útil”, declaró la joven, quien además le compró un par de tenis.
Dijo que Don Carlos ha sido abierto a dejarse asesorar en el tema de las redes sociales.
“Estamos pensando en abrirle su Facebook, él no sabe de eso, para que pueda mostrar sus zapatos. Nos gusta ayudarlo”, expresó.
Situación similar ocurre con David, otro vecino locatario que prepara gorditas de nata, quien está listo para ayudar a Don Carlos en la colocación de su chaleco mostrador de zapatos.
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“Estoy muy agradecido con los muchachos, aquí estamos trabajando, tratando de salir adelante, así que invito a la gente a que vengan a conocernos y comprarnos”, finalizó el abuelito que innovó con la forma de vender zapatos en Tampico.