“A mis 73 años me siento plena, lo único que le pido a Dios es salud, y a todas las mamás, abuelitas y bisabuelitas sólo puedo decirles que como yo, disfruten a sus hijos, a sus nietos y bisnietos, no cuenten los años que se cumplen, cuenten de ahí para adelante siempre disfrutando la vida”.

Con estas palabras se expresa la señora Beatriz Gloria Carrillo, una mujer fuerte de carácter, que pese a las adversidades logró sacar adelante sola a sus siete hijos, brindándoles educación y buenos valores para convertirlos en personas de bien, y que gracias a ese temple y la fe en el Creador logró superar el cáncer de piel que le fue detectado hace 4 años.

La señora Gloria nos abrió las puertas de su casa, donde rodeada de familiares nos contó que ella nació en Tampico, pero a los 7 años sus padres la llevaron a vivir a Poza Rica, donde cursó sus primeros años de educación primaria, mas luego regresó al puerto a estudiar en el colegio Miguel Hidalgo la carrera de secretaria ejecutiva y contador privado.

Culminando esta instrucción regresó a Poza Rica y empezó a trabajar, y muy joven con apenas 18 años, por ahí del año 1963 se casó, unión de la que procreó 9 hijos, aunque sólo siete le sobreviven.

AÑOS DIFÍCILES

Lamentablemente el matrimonio no prosperó, en 1976 ingresó a trabajar en el Instituto Mexicano del Seguro Social y gracias a eso pudo levantarse, su anhelo era darle estudios a sus hijos y como en Poza Rica no había buenas escuelas se trasladó nuevamente a Tampico, donde con la bendición de Dios pudo sacarlos adelante.

Con nostalgia recuerda que vivió años muy difíciles por la situación de estar sola con sus hijos, siempre trabajó y dobló turnos, pues había muchas necesidades al tenerlos a todos estudiando a la vez, aunque orgullosa señala, “nunca se quedaron sin comer”, y gracias a ese esfuerzo a todos pudo darles carreras, aunque fueran cortas.

A doña Gloria se le ilumina la mirada cuando habla de sus hijos: María del Carmen, enfermera, que actualmente vive en Reynosa; Lina Beatriz, quien trabajó en el IMSS como técnico laboratorista, actualmente ya jubilada; Ranulfo, el mayor de los hombres, que por azares del destino desgraciadamente falleció a los 25 años, Pablo, Salvador, Benito y Alejandro, quien labora como enfermero también en el IMSS, familia que creció mucho con 16 nietos, 17 bisnietos y dos más que están por nacer.

VENCIÓ AL CÁNCER DE PIEL

Ella se considera una mujer autosuficiente y de mucho valor, algo que demostró cuando hace 4 años le informaron que padecía cáncer, y a partir de ese instante tuvo que enfrentarse a muchas situaciones, hacerse muchos estudios por cuenta propia, incluso en la UNAM, donde le hicieron sentir más tranquila, le practicaron dos cirugías, año y medio de quimioterapias, aunque en este trance tuvo el apoyo y cuidado de todos sus hijos.