/ lunes 9 de octubre de 2017

330 mm de lluvia, cinco mil viviendas afectadas

Miguel ángelDíaz


A una semana de que se registraron las fuertes precipitacionespluviales en Altamira con 330 milímetros que marcó elpluviómetro de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y queprovocó la inundación de siete colonias y tres ejidos en estemunicipio de la zona sur de Tamaulipas, y las cuales arrojaron comosaldo 15 mil personas afectadas y 5 mil viviendas dañadas, ademásde centenares de automóviles inundados, poco a poco se vanobservando los estragos que dejó la naturaleza que reclama losespacios ganados por la avaricia del hombre y que en nada leimporta las consecuencias que pueda ocasionar entre la poblaciónmás desprotegida, la cual ha visto cómo en horas se fueperdiendo su patrimonio familiar en su mayoría constituido poruna casa de interés social.

Hoy en día, el fraccionamiento Villas de Altamira, ubicado allado sur de la cabecera municipal a un costado del ejido LaPedrera, se ha convertido en una colonia "fantasma", sus habitantesse han retirado de ese lugar pues temen que otro fuerte aguacerolos tome de imprevisto y se vuelvan a inundar.

Construcciones de casas de interés social en un predio de 4metros de ancho por 20 metros de profundidad se puede observar sin ventanas, sin accesorios de baño, con cuarteaduras, llenasde basura, mientras otras están clausuradas de las ventanas ypuertas por los mismos dueños, quienes prefieren irse a rentar aun lugar no inundable que perder todo por una lluvia.

Dichas viviendas que fueron adquiridas por medio de un créditode Infonavit o Fovissste significa todo el patrimonio para los queno tienen otra opción, solo la de quedarse a vivir, “lleguéaquí hace 18 años, todo estaba muy bonito, la compañíaconstructora mucho menos el Infonavit nos dijeron que aquí seinundaba, el mismo tiempo que tengo de vivir aquí es el mismoperiodo que le descuentan a mi marido de la aportación del pago dela casa, una deuda que parece que jamás la vamos a terminar deliquidar”, explicó Luz María Hernández, residente en la calleArboledas Nº. 440.

La habitante de este sector de Altamira dijo que la inundacióndel pasado fin de semana “hizo que perdiésemos todos nuestrosmuebles, enseres domésticos, ropa, libros, documentos personales ymuchas cosas de valor sentimental y económico, ¿quién nos la vaa pagar ahora?, ¿el Infonavit? pregunto, nombre si a acaso tedará 20 mil pesos como concepto de pago de seguro de daños porafectaciones de un fenómeno de la naturaleza, pero hasta ahí”,detalló.

Otra de las afectadas es Olga Lidia Armenta, con domicilio enCerrada Pino Nº. 707, quien desde hace 15 años llegó a esacolonia pero a consecuencia de las dos últimas inundaciones, ladel pasado 3 de noviembre de 2016 y la de hace una semana “estoypidiéndole a la Profeco reubicación, lamentablemente se echan lapelotita ellos con el Infonavit y no te resuelven nada”.

La quejosa declaró que en la pasada inundación “perdílavadora, estufa, refrigerador, ropa, documentos personales, todose mojó, el agua llegó a un metro y medio de altura,lamentablemente nada pudimos rescatar”.

Pero el coraje de Olga Lidia Armenta radica principalmente enque “me siguen descontando del crédito de Infonavit, eldescuento es puntual en la nómina de mi trabajo, estoy pagando poruna casa que me costó 161 mil 795 pesos y que no tengo paracuándo terminar de liquidar, y ahora peor, esa propiedad se hadevaluado aún más por estar en una zona inundable”, explicómuy triste la entrevistada.

“YA NO QUEREMOS VIVIR AQUÍ”: María de los ÁngelesCervantes

Para la trabajadora María de los Ángeles Cervantes Gutiérrez,avecindada en calle Cerrada Ciruelo del Fraccionamiento Villas deAltamira, entrevistada al respecto dijo: “con la experiencia delpasado domingo, ninguna familia tiene la intención de quedarse avivir en el conjunto habitacional Villas de Altamira y Las Flores,que ha sido un completo fraude por parte de la compañíaconstructora Geo, de los que autorizaron la edificación y lo peordel caso, haber sido avaladas por el Infonavit que accedió a loscréditos de una vivienda en un sitio que se inunda”.

Mostrando documentos de los descuentos de 350 pesos que porsemana le hace la empresa donde labora, para pagar puntualmente alInfonavit, María de los Ángeles Cervantes Gutiérrez indicósumamente molesta y con palabras altisonantes que “estas personasno tuvieron ninguna consideración en haberse aprovechado de lanecesidad de nosotros para tener una vivienda, poco les importóque nos fuéramos a ahogar o a perder nuestro patrimonio, ya que elriesgo de perder algún miembro de nuestra familia es latente encada inundación que enfrentamos aquí”.

La entrevistada pidió al Infonavit, al Gobierno del Estado y almunicipio que “nos reubiquen, no es justo que sigamos pagando poruna propiedad que cada vez se devalúa más, que nos inundamos, queperdemos nuestras pertenencias en cada inundación, en fin, estamosmuy molestos con el Infonavit”, aseveró.

ENTRE AGUAS NEGRAS Y CALLES DESTROZADAS LUCE VILLAS DEALTAMIRA

En un recorrido efectuado este sábado por la referida coloniase pudo observar que los drenajes de Villas de Altamira seencuentran rotos, en los desfogues de agua pluvial se encauzan lasaguas negras que tienen como destino final el dren que se localizafrente a la escuela primaria y el jardín de niños.

“Como puede ver aquí todo el tiempo escurren las aguasnegras, todo el tiempo hay fétidos olores en este sitio y los másperjudicados somos los que vivimos cerca del cárcamo del drenpluvial, tenemos que aguantarnos, no hay otro lugar a donde irnos avivir”, explicó Carmelita Sánchez, residente del sector desdehace más de 10 años.

En el recorrido de la lente del periódico El Sol de Tampico sepudo observar que en las pocas casas habitadas que ahí seencuentran en las afueras se encuentran colchones mojados, mueblesechados a perder, ropa tendida en los lazos de los tendederos,automóviles que se los lleva la grúa, ya sea para el taller obien para un lugar más seguro y que no vayan a ser objeto derapiña.

De esta manera el fraccionamiento Villas de Altamira poco a pocova quedando solo, las calles están destrozadas por la corrientepluvial que se formó hace una semana, los taxistas no quiereningresar hasta el acceso a Villa de las Flores porque hay muchosbaches.

A pesar de las promesas hechas por el gobernador del EstadoFrancisco Javier García Cabeza de Vaca en que se efectuarán lasobras necesarias en el mencionado sector para seguridad de loshabitantes, estos prefieren ir a buscar una casa mejor ubicada.

“Ya realmente no podemos confiarnos en que las cosas van acambiar en esta colonia, estar en la zozobra de que ante cualquierpequeño aguacero que nos agarre se te va a inundar tu casa, esmejor irnos a vivir a otro lugar, ahí poco a poco salir adelante,aquí no hay otra solución más que la reubicación”, explicóMaría de los Ángeles Cervantes.

La mayoría de los que conforman el conjunto habitacional Villasde Altamira prefieren ser reubicados que destinar dinero bueno a lomalo, “definitivamente aquí si me quedo a esperar el sueño delos justos me voy a morir, mejor hay que buscarle por nuestro lado,no es vida estar aquí, donde todo fue un fraude y aunque estenuevo gobernador ha dicho que se va a castigar a los responsableses más fácil que encuentre un lugar seguro donde vivir”,finalizó María de los Ángeles Cervantes.

Miguel ángelDíaz


A una semana de que se registraron las fuertes precipitacionespluviales en Altamira con 330 milímetros que marcó elpluviómetro de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y queprovocó la inundación de siete colonias y tres ejidos en estemunicipio de la zona sur de Tamaulipas, y las cuales arrojaron comosaldo 15 mil personas afectadas y 5 mil viviendas dañadas, ademásde centenares de automóviles inundados, poco a poco se vanobservando los estragos que dejó la naturaleza que reclama losespacios ganados por la avaricia del hombre y que en nada leimporta las consecuencias que pueda ocasionar entre la poblaciónmás desprotegida, la cual ha visto cómo en horas se fueperdiendo su patrimonio familiar en su mayoría constituido poruna casa de interés social.

Hoy en día, el fraccionamiento Villas de Altamira, ubicado allado sur de la cabecera municipal a un costado del ejido LaPedrera, se ha convertido en una colonia "fantasma", sus habitantesse han retirado de ese lugar pues temen que otro fuerte aguacerolos tome de imprevisto y se vuelvan a inundar.

Construcciones de casas de interés social en un predio de 4metros de ancho por 20 metros de profundidad se puede observar sin ventanas, sin accesorios de baño, con cuarteaduras, llenasde basura, mientras otras están clausuradas de las ventanas ypuertas por los mismos dueños, quienes prefieren irse a rentar aun lugar no inundable que perder todo por una lluvia.

Dichas viviendas que fueron adquiridas por medio de un créditode Infonavit o Fovissste significa todo el patrimonio para los queno tienen otra opción, solo la de quedarse a vivir, “lleguéaquí hace 18 años, todo estaba muy bonito, la compañíaconstructora mucho menos el Infonavit nos dijeron que aquí seinundaba, el mismo tiempo que tengo de vivir aquí es el mismoperiodo que le descuentan a mi marido de la aportación del pago dela casa, una deuda que parece que jamás la vamos a terminar deliquidar”, explicó Luz María Hernández, residente en la calleArboledas Nº. 440.

La habitante de este sector de Altamira dijo que la inundacióndel pasado fin de semana “hizo que perdiésemos todos nuestrosmuebles, enseres domésticos, ropa, libros, documentos personales ymuchas cosas de valor sentimental y económico, ¿quién nos la vaa pagar ahora?, ¿el Infonavit? pregunto, nombre si a acaso tedará 20 mil pesos como concepto de pago de seguro de daños porafectaciones de un fenómeno de la naturaleza, pero hasta ahí”,detalló.

Otra de las afectadas es Olga Lidia Armenta, con domicilio enCerrada Pino Nº. 707, quien desde hace 15 años llegó a esacolonia pero a consecuencia de las dos últimas inundaciones, ladel pasado 3 de noviembre de 2016 y la de hace una semana “estoypidiéndole a la Profeco reubicación, lamentablemente se echan lapelotita ellos con el Infonavit y no te resuelven nada”.

La quejosa declaró que en la pasada inundación “perdílavadora, estufa, refrigerador, ropa, documentos personales, todose mojó, el agua llegó a un metro y medio de altura,lamentablemente nada pudimos rescatar”.

Pero el coraje de Olga Lidia Armenta radica principalmente enque “me siguen descontando del crédito de Infonavit, eldescuento es puntual en la nómina de mi trabajo, estoy pagando poruna casa que me costó 161 mil 795 pesos y que no tengo paracuándo terminar de liquidar, y ahora peor, esa propiedad se hadevaluado aún más por estar en una zona inundable”, explicómuy triste la entrevistada.

“YA NO QUEREMOS VIVIR AQUÍ”: María de los ÁngelesCervantes

Para la trabajadora María de los Ángeles Cervantes Gutiérrez,avecindada en calle Cerrada Ciruelo del Fraccionamiento Villas deAltamira, entrevistada al respecto dijo: “con la experiencia delpasado domingo, ninguna familia tiene la intención de quedarse avivir en el conjunto habitacional Villas de Altamira y Las Flores,que ha sido un completo fraude por parte de la compañíaconstructora Geo, de los que autorizaron la edificación y lo peordel caso, haber sido avaladas por el Infonavit que accedió a loscréditos de una vivienda en un sitio que se inunda”.

Mostrando documentos de los descuentos de 350 pesos que porsemana le hace la empresa donde labora, para pagar puntualmente alInfonavit, María de los Ángeles Cervantes Gutiérrez indicósumamente molesta y con palabras altisonantes que “estas personasno tuvieron ninguna consideración en haberse aprovechado de lanecesidad de nosotros para tener una vivienda, poco les importóque nos fuéramos a ahogar o a perder nuestro patrimonio, ya que elriesgo de perder algún miembro de nuestra familia es latente encada inundación que enfrentamos aquí”.

La entrevistada pidió al Infonavit, al Gobierno del Estado y almunicipio que “nos reubiquen, no es justo que sigamos pagando poruna propiedad que cada vez se devalúa más, que nos inundamos, queperdemos nuestras pertenencias en cada inundación, en fin, estamosmuy molestos con el Infonavit”, aseveró.

ENTRE AGUAS NEGRAS Y CALLES DESTROZADAS LUCE VILLAS DEALTAMIRA

En un recorrido efectuado este sábado por la referida coloniase pudo observar que los drenajes de Villas de Altamira seencuentran rotos, en los desfogues de agua pluvial se encauzan lasaguas negras que tienen como destino final el dren que se localizafrente a la escuela primaria y el jardín de niños.

“Como puede ver aquí todo el tiempo escurren las aguasnegras, todo el tiempo hay fétidos olores en este sitio y los másperjudicados somos los que vivimos cerca del cárcamo del drenpluvial, tenemos que aguantarnos, no hay otro lugar a donde irnos avivir”, explicó Carmelita Sánchez, residente del sector desdehace más de 10 años.

En el recorrido de la lente del periódico El Sol de Tampico sepudo observar que en las pocas casas habitadas que ahí seencuentran en las afueras se encuentran colchones mojados, mueblesechados a perder, ropa tendida en los lazos de los tendederos,automóviles que se los lleva la grúa, ya sea para el taller obien para un lugar más seguro y que no vayan a ser objeto derapiña.

De esta manera el fraccionamiento Villas de Altamira poco a pocova quedando solo, las calles están destrozadas por la corrientepluvial que se formó hace una semana, los taxistas no quiereningresar hasta el acceso a Villa de las Flores porque hay muchosbaches.

A pesar de las promesas hechas por el gobernador del EstadoFrancisco Javier García Cabeza de Vaca en que se efectuarán lasobras necesarias en el mencionado sector para seguridad de loshabitantes, estos prefieren ir a buscar una casa mejor ubicada.

“Ya realmente no podemos confiarnos en que las cosas van acambiar en esta colonia, estar en la zozobra de que ante cualquierpequeño aguacero que nos agarre se te va a inundar tu casa, esmejor irnos a vivir a otro lugar, ahí poco a poco salir adelante,aquí no hay otra solución más que la reubicación”, explicóMaría de los Ángeles Cervantes.

La mayoría de los que conforman el conjunto habitacional Villasde Altamira prefieren ser reubicados que destinar dinero bueno a lomalo, “definitivamente aquí si me quedo a esperar el sueño delos justos me voy a morir, mejor hay que buscarle por nuestro lado,no es vida estar aquí, donde todo fue un fraude y aunque estenuevo gobernador ha dicho que se va a castigar a los responsableses más fácil que encuentre un lugar seguro donde vivir”,finalizó María de los Ángeles Cervantes.

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