100 años de creer en la honradez 

Eugenio Martínez Badillo nació en 1918 y este 4 de junio rebasó el siglo de edad

Paulo Monsiváis

  · miércoles 5 de junio de 2019

“Cuando era un niño mi padre me dijo: lo ajeno nunca debe tomarse ni de broma; ahora que tengo 101 años y me siento orgulloso de haber seguido ese consejo y muchos otros que me dio, donde quiera me puedo parar y me respetan, porque yo a nadie le debo nada”, comenta don Eugenio Martínez Badillo, quien nació en 1918 y este 4 de junio rebasó el siglo de edad.

Vivíamos en la ranchería “El Limonal” (hoy la colonia Nuevo Aeropuerto, al norte de Tampico), luego nos cambiaron por las obras que iban a hacer ahí, para acá, al ejido El Arenal, actualmente la colonia del mismo nombre, donde desde hace décadas reside con su familia en la calle Belisario Domínguez.

Trabajé en el campo mucho tiempo, dice con su tono pausado, “corté caña en Mante, pisqué algodón en Matamoros, pero hice de todo, realicé muchos oficios para sacar adelante a mi familia, conocí a muchos amigos a lo largo de mis jornadas, que empezaban desde muy temprano y terminaban hasta el anochecer”.

“Pepito” (José Calderón Torres, -una vez- el hombre más alto del mundo), vivía a unas cuadras de aquí, me invitó a trabajar en los Terrestres, ahí anduve con él, muy buena gente, también una persona trabajadora y honrada, ahí en el muelle de Tampico eran trabajos muy duros, pero nada tan intenso como la zafra y el calor de El Mante”, recuerda don Eugenio.

Don Eugenio Martínez Badillo, nació en 1918 y este 4 de junio rebasó el siglo de edad./Paulo Monsiváis

Bonifacia Cedillo, su esposa, murió hace ya varios años, ahora él convive con 4 de sus 7 hijos, además de sus 9 nietos y bisnietos, departiendo con vecinos que acuden a visitarlo para hacerle más amena la vida, que a los 101 años le ha dado “muchas cosas buenas, sin dejar de pasar también algunas malas, lo veo como un buen balance”.

La vida es muy distinta hoy, reflexiona mientras le da vueltas lentamente a su sombrero, que lo ha acompañado durante muchos años de ese siglo que ha vivido, “hay cosas nuevas y los jóvenes ya no son como antes, yo casi no platico con ellos, hablan muy raro, pero ahora aquí estoy en mi casa tranquilo con mi gente”.

Este sábado 8 de junio, su familia le dará una fiesta por el cumpleaños 101 a este hombre que ha sabido llevar un siglo de vida apegado a sus creencias y valores, habrá intérpretes de huapango, música que le gusta desde joven, y también la visita de todos sus familiares, incluyendo varios de sus hijos que actualmente viven en otros estados de la república.

Con familiares y amigos, Don Eugenio celebrará sus 101 años de vida./ Paulo Monsiváis

Aquel año (1918) hubo una gran epidemia de gripe que mató a más de 500 millones de personas en el mundo, luego en 1933, dos poderosos ciclones destruyeron Tampico, seis años después el mundo, incluyendo México, entró en la peor guerra de la historia, que acabó con la detonación de dos bombas atómicas y después en 1955 el ciclón Hilda provocó la inundación más devastadora en la región; todo lo vivió don Eugenio, pero su fe en siempre hacer el bien lo ha mantenido con el temple tranquilo a pesar de todo.

Hoy, el hombre camina sereno y todavía conserva el buen humor, sabe que los consejos de su padre eran toda la verdad que se necesitaba para vivir y a sus 101 años sigue haciendo caso de ellos, “porque hay cosas que no envejecen ni se olvidan y eso es lo que vale, como el amor a los hijos, a la familia y el respeto por la vida”.

La vida es muy distinta hoy, casi no hablo con los jóvenes, hablan muy raro, pero convivo con mi familia y estoy tranquilo con mi gente

EUGENIO MARTÍNEZ BADILLO