Muchos han reído con las ocurrencias de “Betzabé”, en la serie de comedia “María de todos los ángeles”; la mejor amiga de la protagonista, la que acompañaba a “María” y la respaldaba en su romance con “Albertano”, mientras, ella se emparejaba con “el Macaco”.
Pero hoy, Montserrat Marañón, la actriz que dio vida a "Betza" está muy cerca de recibir el máximo galardón que se entrega al cine mexicano, gracias a su trabajo en la cinta "Tótem", de Lila Avilés.
Ésta cuenta la historia de “Sol”, una niña de siete años que ayuda en los preparativos de la fiesta de cumpleaños de su padre, quien lucha contra una enfermedad terminal. Atrás quedó su cabellera larga, negra, con caireles en los extremos y acento curioso; para el largometraje de Avilés, Montserrat Marañón se rapó, lució un rostro mucho más real, con emociones tan complejas que para ella representó un gran reto.
“'Tótem' fue para mí una prueba muy grande como actriz, encontrar un tono muy diferente a lo que había hecho, actuar de manera distinta y eso es lo que me llama la atención de mi trabajo. Llegué haciendo un casting, no tuve ninguna preferencia de ningún tipo, pasé por tres filtros y me quedé con el personaje”, afirmó la actriz en entrevista con El Sol de México.
Para la edición 66 de los Premios Ariel, misma que se llevará a cabo el 7 de septiembre en Guadalajara, Jalisco, "Tótem" se posicionó como la favorita en las nominaciones, sumando un total de 15, una de ellas para Montserrat Marañón, que compite en la categoría de Mejor Coactuación Femenina.
Con este filme, la actriz marcó un antes y un después en sus proyectos de comedia.
“'María de todos los ángeles' quedó ahí, lo agradezco profundamente, me encanta que la gente la recuerde y que sea una referencia, pero siento que ya me salí un poco, no quiere decir que no la vuelva a hacer en el futuro, uno nunca sabe, puede pasar cualquier cosa, la vida da muchas vueltas, pero sí, sin duda creo que ahora me gusta hacer otras cosas”, aseguró.
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ARTISTA POR CONVICCIÓN
Montserrat tiene 32 años de carrera artística. Nació en la Ciudad de México el 6 de enero de 1974. Cursó la carrera de Literatura dramática y teatro en la Universidad Nacional Autónoma de México. De pequeña descubrió sus habilidades histriónicas y dancísticas.
“Desde chavita tenía muy claro que lo mío era lo escénico, todos mis juegos eran de actuar, yo era la maestra, la bailarina, la abogada, la secretaria, siempre tuve juegos donde interpretaba personas.
“Después me metí a clases de danza y era algo que me apasionaba profundamente, recuerdo de niña esperar mis clases de ballet para sentirme súper feliz y gozosa”, expresó.
Su formación actoral se logró gracias a profesionales como José Caballero, con quien realizó perfeccionamiento actoral, Enrique Singer y Alberto Lomnitz, con quienes aprendió la creación de personajes, Boris Schoeman, Omar Argentino y Jesusa Rodríguez, con ésta última aprendió dramaturgia para cabaret.
También destacó en teatro con las obras "La peregrinación de los aztecas", "La metamorfosis", "El buen sazón", entre otras. Para ella, el escenario teatral representa mucho, sobre todo porque fue ahí donde adquirió sus más grandes habilidades actorales y donde conoció a colegas que pronto se convirtieron en su familia.
“Tener una formación actoral dentro del teatro a mí me ha dado una seguridad en las tablas y compromiso, es una responsabilidad mucho más grande que si hubiera empezado en otro lado, el teatro te da disciplina, te ayuda a trabajar en equipo, a comprometerte, crea una mística alrededor de cada proyecto, es muy lindo y le da un sentido a tu profesión.
“El teatro es algo que te puede modificar cualquier proceso terapéutico, es algo catártico, que te hace voltearte a ver, te conmueve, siento que es mi familia, que es muy diferente a la familia del cine o la televisión, aquí te abres mucho más, te vuelves más vulnerable”, dijo.
TALENTO EN LAS PANTALLAS
Después de su formación teatral, Monserrat Marañón saltó a la pantalla chica con proyectos de comedia que iniciaron con "María de todos los ángeles" (2009), y después "Nosotros los guapos" (2019), y "Vecinos" (2021), además de melodramas como "El color de la pasión" (2014), "El hotel de los secretos" (2016), "Caer en tentación" (2017), "La usurpadora" (2019) y "La madrastra" (2022).
“He sido muy inquieta, no me gusta quedarme en un solo lugar, me gusta explorar diferentes géneros, formatos, entender cómo son las maneras en que cada uno trabaja. Como actriz debes aprender que hay una gran variedad de directores, estilos, géneros, formatos y plataformas, además de tener la intuición suficiente para llegar a ciertos proyectos.
“Es muy divertido brincar entre proyectos, eso me interesa porque me genera un perfeccionamiento actoral, al final del día cuando haces algo igual por mucho tiempo, lo puedes repetir y te puede resultar aburrido, por eso a mí me gusta mucho hacer cosas diferentes”, aseguró.
En cine, hizo un personaje pequeño en "Bardo. Falsa crónica de unas cuantas verdades" (2022), del director Alejandro González Iñárritu, y ha actuado en filmes como "Tiempo compartido" (2018) y "Sexo, pudor y lágrimas 2" (2022).
Recientemente también participó en "Todo el silencio", protagonizada por Ludwika Paleta y Adriana Llabrés, ópera prima de Diego del Río y la cual también compite en los Premios Ariel, con seis nominaciones, aunque ella no está nominada por esta cinta.
“En ‘Todo el silencio’ soy amiga de la protagonista, que es la chava que conforma la pareja principal, yo manejo el lenguaje de señas cuando ella (Llabrés) está perdiendo el oído, estoy cerca de ella y la acompaño”, sostuvo.
Este trabajo le recordó el momento en el que, décadas atrás, trabajó con la compañía Seña y Verbo, de teatro para sordos.
“Estuve trabajando con los chavos con los que colaboré antes hace muchos años, fue muy linda experiencia reconectarme con ellos, es una herramienta fundamental para cualquier actor o actriz enfrentarte a retos así”, sostuvo.
“Plena, satisfecha y muy feliz”, es como Montserrat Marañón recibió sus 50 años de vida. Aseguró que aún tiene muchos proyectos en puerta y planes para seguir creciendo como actriz, pero eso sí, será mucho más selectiva de dónde enfocará su trabajo.
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“Al principio uno agarra lo que sea porque quieres comer, sobrevivir y si no te alcanza para la renta entonces agarras lo que caiga, ahora llega el momento en el que hay cosas que no necesariamente quiero hacer, tengo muchas ganas de meterme a hacer cine, dar vida a buenos textos teatrales, un buen monólogo y comprometerme con ser más selectiva con lo que quiero para mí.
“Estoy muy contenta, emocionada, me ha dado mucho por pensar qué me espera, qué vendrá en esta nueva etapa de mi vida, una cosa entre emoción y ansiedad, aparte de dolor de rodillas y huesos, me genera curiosidad a dónde llegaré”, finalizó entre risas.