Aquellos conocimientos que eran válidos el siglo pasado, pueden llegar a no tener valor en el presente, sentamos paradigmas que a la postre son destronados por nuevos conceptos, y con el avance acelerado de la ciencia y la tecnología parece que todo aprendizaje debería traer consigo, como los alimentos, una fecha de caducidad, estamos rápidamente dejando la era del conocimiento para entrar en la era de la información evolutiva, y la investigación hace que lo que antes eran leyes, hoy se vuelvan noticias.
Según la fuente www® (Worl Wide Web Size), el año pasado, el tamaño de la información que circula en Internet alcanzó la cifra de dos Zettabytes. Esta medida es nada menos que 10 elevado a 9 Terabytes. En términos más mundanos, más información (textos, imágenes, audios y videos) producida en los últimos 20 años, que la que se había producido en toda la historia de la humanidad. Pero a pesar de este crecimiento desbocado, debemos entender ¿qué porcentaje de este mar de información, es conocimiento?, de éste, ¿cuánto es conocimiento útil?, y de esto último, ¿cuánto es conocimiento vigente?
Vivimos en una sociedad y una idiosincrasia que está fuertemente ligada a las creencias, a formar una interpretación de su medio en base a la repetición de la información, y que la acepta muchas veces simplemente porque percibe que las demás personas lo creen, sin comprobación alguna, ya sea porque no tiene los medios para hacerlo, o porque simplemente debe ser verdad porque mucha gente lo dice, ¿Cuántos de nosotros seguimos creyendo que el ser humano solo usa el 10% de su cerebro? o ¿Qué estructuras como la muralla china son visibles desde la Luna?. En esta era de conocimiento, seguimos aún sumergidos muchas veces en una era de mitos, y es tiempo de cambiar, de aprender a desaprender, a cuestionar todo conocimiento establecido y comenzar a dar apertura no solo a la mente, sino también al espíritu.
Muchos de nosotros, amable lector, tuvimos la oportunidad de estudiar una carrera universitaria, algunos incluso con posgrados, sin embargo, a 10, 15, 20 o más años de que tomamos protesta, mucho de aquello que aprendimos, que defendemos incluso hoy como conocimiento válido ha dejado de estar vigente, la medicina, la computación, la construcción, la normatividad, la industria misma, cambian, a veces lentamente, en ocasiones de maneras abruptas, pero sencillamente evolucionan. Hoy el tiempo de vida útil de los conocimientos adquiridos en cualquier especialidad no superan los 6 años. Es una idea absurda pensar que lo aprendido en 4 ó 5 años de universidad será conocimiento útil y vigente para los siguientes 80 años de tu vida y tu carrera. Peor aún tienen el panorama aquellos docentes que no se actualicen, porque hoy, cualquier información que puedan exponer al aula, estará sujeta sin duda al recio sinodal del buscador de Google® que casi todos los chicos traen ya en su teléfono, y no olvidemos que ahí tienen acceso a dos Zettabytes de respuestas.
Lo importante que marca el ritmo educativo y tecnológico es poder integrar nuevos procesos de aprendizaje que vayan acordes con las generaciones que atendemos, hoy, en el caso de educación media superior y superior, con generaciones de Millennials y Centennials, que son prácticamente nativos digitales, tratar de acercarse a ellos solicitando proyectos hechos en MS Office® o diagramas realizados a mano, resulta en muchas ocasiones poco desafiante para ellos, hasta ridículo, ya que ven muchos de estos conocimientos como valores entendidos, y se encuentran ávidos a nuevos desafíos, ¿Pero están nuestros planes educativos a la altura?
Uno de los postulados que siempre he defendido, radica en que el problema fundamental de la educación en América Latina es un problema de 3 siglos, queremos formar a jóvenes del Siglo 21, con profesores preparados al estilo del Siglo 20, y ofreciéndoles muchas veces herramientas del Siglo 19. Según Richard Walker, de la Universidad de Harvard, los títulos académicos hoy son meros “commodities”, lo importante no es cuánto sabes, sino qué puedes hacer con lo que sabes.
En cuanto a modelos metodológicos hemos encontrado buenos resultados en el modelo de Competencias, sin embargo, también es imprescindible modernizar como se imparte el conocimiento, seguimos encontrando programas que le dan más peso al porcentaje asistencial, o a la participación en clase, en lugar de corroborar que los estudiantes efectivamente sean competentes, como si la vida real consistiera en obtener “dieces” y no en resolver problemas.
Estamos al borde del precipicio o de la pista de despegue de la Inteligencia Artificial y del Machine Learning, con más información que nunca en la historia y una ciencia para manejarla como es el Big Data, tenemos como civilización en la ciencia de nuestros tiempos, la nave de tecnología más avanzada ¿Pero, estamos preparando bien a los pilotos?. Debemos apretar el paso, porque las verdades vigentes que les enseñemos hoy, ellos las volverán mentiras obsoletas mañana. Renovarse o Morir.
Nos vemos en la Red.
Facebook:
www.facebook.com/soylalodelatorre
Twitter:
@lalodelatorreg
Correo:
tecnologia@lalodelatorre.com
---
Facebook:
www.facebook.com/soylalodelatorre
Twitter:
@lalodelatorreg
Correo:
tecnologia@lalodelatorre.com
---
Hablemos de Tecnología
Educación Obsoleta, Renovarse o Morir