Cuando se habla de 'Yo soy Betty, la fea', se piensa de inmediato en Patricia Fernández con su grito “y llegaron los meseros” o en Armando vestido de Drag Queen, pero esta novela del colombiano, Ricardo Gaytán, fue un fenómeno por reflejar eso que sienten las mujeres cuando no son lo suficientemente bonitas para ellas y para el mundo.

Esta novela que arrancó en Colombia en 1999 para convertirse en un éxito internacional, verá su controversial y tan anhelada, por algunos, segunda parte este 19 de julio con Betty, la fea: la historia continúa lanzada por la plataforma streaming Prime Video.

El SOL DE TAMPICO conversó con Liz, Viv, Silvia, Nancy y Valentina, cinco mujeres de distintas edades e incluso países y tras un largo debate, aportaron algunos de los momentos que aunque no ¿son los más icónicos para ellas sí son los más personales y profundos, que aquí te compartimos

• Dormida en la oficina por esperarlo

Comprometida con Ecomoda, Betty pasó una noche encerrada en su “oficina” porque Armando se lo había pedido, sin embargo, él olvidó que la había dejado ahí.

Betty, como muchas mujeres enamoradas, rebasó sus límites por demostrar su incondicionalidad, que hoy sabemos, fue útil para que Armando y Mario se aprovecharan de ella.

• Betty intenta cambiar de look y No funciona

Nuestra protagonista, que hacía burlas dolorosas sobre su fealdad, un día intentó cambiar su imagen por sí misma y llegó a Ecomoda ataviada en ropa estridente color naranja y dos caireles enormes en los costados de su rostro, el resultado fue fatal. Betty sólo recibió burlas lo que mermó ,aún más, su afectada autoestima.

• Betty revela a Armando que no es virgen

En medio del romance con Armando, este descubre que Beatriz Pinzón Solano no era virgen, lo que sorprendió a los televidentes, ¿cómo podía ser esto si era tan fea?. Entre la tristeza y la vergüenza, ella confesó que había sido víctima de una apuesta entre los vecinos de la colonia, que expusieron su intimidad.

• Betty se entera del engaño de Armando y escribe en su diario

La noche del día que Betty leyó la carta fatal, después de haberle dicho a su mejor amigo y novio ficticio, Nicolás, “Me mataron”, tras quedarse sola, recordó todos los rechazos que vivió desde niña, se vio así misma en la fiesta de XV años donde nadie quería bailar con ella pese a los esfuerzos de Don Hermes, su papá.

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• Inecita y el regreso su esposo

Betty no solo era ella también había un cuartel que reflejaba a distintos tipos de mujeres, en este capítulo Inecita, recibió en su hogar a su esposo, él que abandonó con sus hijos, el que ahora anciano le pedía quedarse, Inecita o “Inecia” como le decía Hugo Lombardi, le permitió al marido “resucitado” estar unas horas en casa para decirle. “Recoge tus pasos y vete”.

• Perdón a Armando

Este episodio donde Betty “perdona” simbólicamente a Armando desde la playa de Cartagena, es todo un debate, hay mujeres que lo consideran cursi, otras como una forma de sanar y otra más, creen que hay cosas que como mujeres no deben perdonar, ya que se corre el riesgo de que vuelva a ocurrir.

• Ruptura Armando y Marce

¿Cuántas veces no terminaron Armando y Marcela? Muchas, sin embargo, la última vez ocurrió en la habitación de ella, donde Armando le revela que la dejó de amar cuando ella transformó el amor en una persecución de celos y control.

Aunque lo más conmovedor, es cuando Marcela entiende que ella era una empoderada mujer de negocios, que defendía a las mujeres pero que no se quería así misma.

• Nicolás le compra las medias a Patricia

Mientras todos se burlaban de las medias rotas de Patricia, “la peliteñida” , Nicolás le compró discretamente unas medias, aunque muchos recordamos la reacción de esta mujer, estudiante de seis semestres de finanzas en la San Marino, sorprendida porque un hombre la había tratado con respeto.

• Armando renuncia a Betty

Aunque muchas mujeres odiamos a Armando por haber utilizado a Betty, el momento donde tal vez logró redimirse fue cuando para impedir que ella renuncie a la Presidencia de Ecomoda, decide irse él. “Puede abrir tranquilamente la puerta de esta oficina porque no me va a encontrar…yo le juro que partir de ese momento para su alivio y mi infortunio, renunció a usted”.

• Adiós a la fea

Todos y todas vimos la boda de Betty, nos contagiamos de nervios cuando el viejo carro de Don Hermes falló, así que la familia Pinzon Solano tuvo que caminar con la novia hasta la iglesia.

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Mientras que los vecinos gritan “la fea se casó”, Betty dice, adiós a esa niña que sufrió de rechazo y discriminación.

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Este es el conjunto de los mejores y más profundos momentos en la opinión de mujeres que en diferentes épocas vieron “Yo soy Betty, la fea” si tú opinión es diferente se respeta y estamos encantadas de escucharte para seguir conversando.