¿Yo estoy loca o mi pareja me está engañando? Esta es una pregunta que, por desgracia, es usual en las relaciones sentimentales. Caer en una dinámica de manipulación y dependencia emocional es un riesgo para la salud mental. Cuando una persona llama a otra: “loca”, significa que ha perdido el respeto por ella y el amor no es posible si no existe cortesía.
Cuando en una relación romántica, una de las partes permite que la otra la ofenda, menosprecie sus sentimientos, descalifique sus pensamientos, minimice sus ideas y cuestione su percepción de la realidad, se ha llegado a un punto peligroso para la salud mental. Así lo aseguran diversas autoras, entre ellas, Meredith Miller y Florencia Deffis.
¿Yo estoy loca?
La Real Academia de la Lengua Española (RAE) define la palabra “loca” como “persona que ha perdido la razón” o “persona de poco juicio, disparata e imprudente”. El uso de esta palabra implica un insulto o demérito de las facultades mentales.
Florencia Deffis, creadora de contenido especializada en temas de pareja, explica que cuando alguien recibe este tipo de comentarios: “estás loca”, “eres insoportable” o “me tienes harto”, significa que ha perdido por completo el respeto de su pareja.
Si a pesar de ser llamada “loca”, “histérica”, “insufrible” o “psicópata”, una persona permanece alado de quien la ofende, su comportamiento conlleva una grave desvalorización de autoestima y es un riesgo para su integridad mental (e incluso física).
Cuando en una relación romántica, acorde a la misma fuente, se han perdido los mínimos requisitos de cortesía, empatía y cariño, la persona se sumerge en una dinámica de dependencia emocional. Muy posiblemente sea víctima de un (una) narcisista.
¿Por qué permito que me traten mal?
Quienes permiten que su pareja los ofenda, en muchas ocasiones, tienen miedo de romper la relación y piensan que nunca más van a volver a encontrar el amor.
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De acuerdo a Deffis y Miller, quien permite que la traten mal, está cediendo su poder a otra persona. La mujer a la cual llaman “loca” y se queda alado de quien la ha insultado, e incluso pide perdón por su comportamiento e intenta agradar a su pareja a toda costa, se coloca en una posición de evidente desventaja. Lo cual daña, sí o sí, su autoestima.
¿Mi pareja me está engañando?
Cuando una persona llama a otra “loca” de manera reiterativa, con el propósito de lastimarla, lo más probable es que se trate de una dinámica de manipulación.
Un narcisista, acorde a Miller, busca hacer sentir a su pareja como si ella o él no fueran lo suficientemente “buenos”, como si "necesitarán" ser más “inteligentes, apuestos, atrevidos, sociables, comprensivos, etc.” para ser "mejores".
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Las personas narcisistas tienen la capacidad de distorsionar la realidad, hasta el punto en que su pareja llega a creer, verdaderamente, que está “loca”. Utiliza excusas como “Yo no hice eso”, “Yo no dije eso, “Me malinterpretaste”, “Exageras todo”, “Eso nunca pasó”, “Tú estás mal”, “Te imaginas cosas” y “Mira cómo te pones”.
¿Qué puedo hacer para salir de esta dinámica de autodestrucción?
Ambas autoras recomiendan a las mujeres y hombres que estén sufriendo de este problema, buscar ayuda profesional; además de compartir su experiencia con amigos y familiares, quienes pueden ayudarlos a salir de este tipo de situación.
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Para evitar ser agredidas por sus parejas, las personas deben tener bien en claro quiénes son ellas, cuáles son sus cualidades, cuáles sus defectos y, por supuesto, cuáles son sus límites, aquello que no están dispuestas a negociar por nada y por nadie.
En el momento en que alguien se pregunta “¿Yo estoy loca o mi pareja me está engañando?” lo más probable es que esté sufriendo de abuso emocional. Las malas relaciones involucran un riesgo a la salud mental. Quien las padece es bueno que recuerde siempre que tiene dos opciones. Primero, irse de donde no es feliz. Segundo, fomentar su autoestima.