El ser famoso, aparecer en un programa de renombre, conocer a Mickey Mouse, está entre las oportunidades que esperas encontrar cuando viajas a Estados Unidos pero que te lleven a un programa de polémica… dista mucho de tu visión de éxito.

Pues esto le pasó a una joven que nunca espero eso de sus padres, que para convencerla de viajar al vecino país, le indicaron que irían a Disneylandia.

EL VIAJE

Sabedores de que uno de los sueños de la joven era viajar a Disneylandia en la Florida para conocer al ratón más famoso del mundo, los padres de la joven acordaron que la llevarían a los Estados Unidos y para ello tendrían que subirse a un avión.

Hasta ahí todo bien, ella estaba ilusionada porque cumpliría uno de sus sueños, estar y pasear en la llamada tierra del color y fantasía.

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LA REALIDAD Y EL ENGAÑO

La verdad es que los padres tenían otra cosa en mente, en realidad sí viajarían a la Florida, pero por motivos muy diferentes y entre las visitas a la península del golfo de México, no estaba contemplada la tierra donde vive Mickey Mouse.

De acuerdo con Lia Kathe, que contó su historia en TikTok, cuando tenía ocho años, sus papás le avisaron que se irían de viaje a Estados Unidos, lo que la despertó ilusión por poder visitar ese país, pero sobre todo, a donde se suponía que irían,

Sin embargo se topó con un golpe de realidad, el motivo del viaje era participar en un episodio de “Caso Cerrado” de la doctora Ana María Polo.

Técnicamente, su viaje a los Estados Unidos y asistencia a grabar el programa de Caso Cerrado, por dos cosas, una porque los padres de la joven conocían a los productores y dos porque es hija de una de las integrantes del grupo conocido como las Ultrasónicas.

TODO POR 50 DÓLARES

Lejos de pensar que su participación le redituaría grandes ganancias, esta solo se concretó al pago de 50 dólares por dos días de grabación, que traducido en pesos mexicanos, se limitó a mil 50 pesos.

El tema era simple, se concentraba en que los padres de familia tenían una banda musical cuyas letras de las canciones estaban plagadas de groserías que rápidamente eran aprendidas por los menores de edad, representando con ello una mala influencia.