Una forma en la que expresamos amor a nuestros amigos o seres queridos es obsequiando algunos detalles como chocolates, dulces o galletas con todo y foto. Esas pequeñas atenciones de repostería cargadas de gran afecto alimentan los corazones.
Este fue uno de los principales motivantes de Magaly Oriana Escobedo Arteaga, quien desde sus casi 12 años comenzó en el mundo de la repostería.
La contador público de profesión y amante de la repostería dijo que tiene un gran ejemplo, pues su mamá, la señora Juana Estela, tiene 24 años dedicándose a esta labor.
Un negocio familiar
Oriana desde muy pequeña observaba y acompañaba a su madre cuando elaboraba galletas en temporada navideña.
“Nosotras empezamos con lo que son las galletas navideñas, me enfoqué en esas porque eran año tras año que le hacían pedidos a mi mamá”, dijo.
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Comenzó con el recorte de las figuras de las galletas, luego aprendió la elaboración de la masa y así poco a poco fue perfeccionado su arte hasta poder dibujar a mano alzada la réplica de fotografías en las galletas.
Tomó cursos para mejorar sus técnicas y así también poder ayudar a su mamá a entregar nuevos diseños.
“Fue por lo que yo también decidí adentrarme a la decoración de las galletas, en los últimos 3 ó 4 años me he enfocado más en aprender, en tomar cursos para ir mejorando la forma de la decoración de las galletas”.
Detalles comestibles
La joven de 24 años relató que le surgió la idea de elaborar las galletas con una fotografía cuando terminó sus prácticas en un despacho contable, sitio en donde había hecho más que compañeros, amigos, del cual se iba agradecida y a manera de detalle les quiso regalar una galleta a cada compañero pero personalizada. Que mostrara algún buen recuerdo que ella se llevaba.
“Quería dejar un recuerdito a cada persona con la que yo estuve laborando en el despacho y fue por eso que tomé esa decisión de regalarles una fotografía en galleta”, recordó.
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¿Cómo se elaboran las fotografías en galletas?
Escobedo Arteaga dijo que la elaboración de la galleta es con el proceso tradicional, solo hay que elegir sobre en qué diseño se montará la fotografía.
Una vez que se tiene la galleta ya fría se le coloca encima la fotografía, misma que ella hace de dos maneras.
La primera es a mano alzada y queda estilo caricatura y otra es mandarla a imprimir en una máquina especial que utiliza tinta comestible.
“La impresión es como si fuera en una impresora normal, pero es en especial con tinta comestible y la hoja es hoja de oblea u hoja de arroz, ya sólo se decora la galleta y se coloca la foto. También me han pedido diseños en glaseado -a mano alzada-”.
Más que hornear, es terapia
Hornear y decorar galletas no es solo un trabajo, es una terapia, al menos así es como Oriana Magaly lo percibe. “A mí la repostería me da tranquilidad, me relaja, me desestresa”.
Se ha ganado el reconocimiento y la recomiendan porque le pone mucho empeño y tiempo a la elaboración de cada galleta.
“Al momento en que me encuentro decorando me enfoco mucho en hacer las cosas bien, que queden bien, como si fueran para mí y veo que mis clientes se dan cuenta de eso, por eso es que les ha gustado mi trabajo y me han recomendado”.
Las clientas que más consumen su trabajo son mamás, ya que le hacen pedidos para fiestas y también jóvenes que le piden diseños especiales.
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“Las mamás son las que más me compran para las fiestas de sus niños o algún recuerdito, también los jóvenes para algún detalle, me hacen pedido”, concluyó Magaly Oriana, quien se ha especializado en generar galletas con fotografías como una nueva forma de hacer repostería.