En 2017, se estrenó “Coco”, la película cuenta la historia de Miguel, un niño que queda atrapado en el mundo de los muertos. Lugar donde conoce a Héctor, un espíritu que no puede viajar a la tierra de los vivos, porque nadie lo recuerda. Aunque la cinta contó con el favor de la crítica y el público, su premisa es inexacta. En la tradición del Día de Muertos, todas las almas regresan, incluso aquellas que fueron olvidadas.
El 1 de noviembre se considera el Día de Todos los Santos, destinado a recordar las ánimas de los niños y de los adultos que vivieron una vida de honradez y amabilidad. El 2 de noviembre se dedica a los Fieles Difuntos, momento en que de acuerdo a la tradición mesoamericana, todos los espíritus cruzan el portal del Mictlán.
¿Qué colocar en un altar para las almas olvidadas?
Se cree que la noche del 31 de octubre, las almas olvidadas regresan al mundo de los vivos. Sin embargo, no cuentan con una vela que oriente su camino ni tienen una ofrenda de pan y bebida de la cual degustar.
De acuerdo con el Instituto de los Pueblos Indígenas, un altar de muertos tradicional incluye los siguientes elementos:
- Agua para mitigar la sed
- Veladoras para alumbrar el camino a casa
- Copal para limpiar el entorno de los malos espíritus
- Flores (en especial cempasúchil) para aromatizar el ambiente
- Un petate para descansar
- Juguetes para los niños
- Pan de muerto como ofrenda a las ánimas
- Retrato de los familiares y amigos que ya han partido del mundo de los vivos
- Papel de china picado para decorar el altar
- Calaveritas de azúcar o de chocolate
- La comida y bebida favorita de los difuntos para convidarlos al banquete, se suele incluir además un plato de frutas y un poco de licor
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Entonces, ¿qué se coloca en un altar para las almas olvidadas? Bajo la costumbre mexicana de que “a nadie se le niega un taco y un vaso de agua”, basta colocar una vela más para recibir a las almas que no tienen hogar y así convidarlas a la mesa.
¿Quiénes son las almas olvidadas?
La palabra “olvidar” es definida por la Real Academia Española (RAE) como “cesación de la memoria o del afecto que se tenía”, además de “descuido de algo que se debía tener presente”. Olvido es sinónimo de omisión.
El Instituto de los Pueblos Indígenas expresa que el Día de Muertos en la tradición mexicana actual es una combinación de elementos de culturas mesoamericanas y preceptos de la iglesia católica. Ambas corrientes se unieron durante el periodo de la Conquista y la Colonia, que abarcó poco más de 300 años, de 1519 a 1821.
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La Red Informática de la Iglesia en América Latina considera que las almas olvidadas son los espíritus que ya no tienen familiares en el mundo de los vivos, quienes no pudieron despedirse antes de su partida o a quien ya nadie recuerda.
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Durante la noche del 31 de octubre se dice que las almas olvidadas regresan a la tierra de los mortales. Dentro de la tradición del Día de Muertos, fecha simbólica en la cual se honra la memoria de los seres queridos que han perecido, también existe espacio para evocar a las almas que nadie recuerda.