Pescadores en la escollera ven como playa Miramar se vacía por lo menos 60 metros, los barcos en la terminal de Pemex casi se suben al muelle; edificios en Tampico se mueven, son las 14:09 horas del 23 de mayo de 2007 y las autoridades anuncian lo insólito: Tiembla en el sur de Tamaulipas.
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Quienes se encuentran en segundo y terceros pisos de edificios no saben que hacer al sentir el movimiento telúrico; algunos vidrios caen y en otros anaqueles de productos se vienen abajo, afortunadamente no se presentan incidentes mayores. Sin embargo, la naturaleza ha hecho un primer llamado.
El sismo que se registró hace 14 años en el sur de Tamaulipas y norte de Veracruz fue de 5.2 grados en la escala de Richter, es decir, de intensidad media. Tuvo su origen a 172 kilómetros al este-sureste de Tampico y duró cuatro segundos, los suficientes para provocar una conmoción colectiva que derivó en desalojo de viviendas, escuelas, hospitales, comercios e inmuebles de gobierno.
De acuerdo con los reportes del Servicio Sismológico Nacional (SSN) de la Universidad Nacional Autónoma de México fue el número 19 entre los que se registraron con afectaciones en la República del 17 de abril al 23 de mayo de dicho año. Siendo el de Tampico el más intensos de estos, sin que los daños fueran mayores o estructurales en edificios y viviendas.
El Centro de Investigación Científica y Educación Superior de Ensenada (CICESE) comunicó que la posible causa del temblor fue el acomodamiento de la placa continental submarina, afectando costas de Tamaulipas y Veracruz, así como ciudades de la huasteca potosina e hidalguense.
El atlas de riesgo de Tampico no marca que sea una zona sísmica, señala el encargado del despacho de Protección Civil en Tampico, Eduardo Morales, “pero la experiencia nos ha dicho otra cosa, pues además del ocurrido en el 2007, también en el 2017 se presentó un movimiento telúrico que se sintió en una amplia zona”.
“En aquella ocasión se empezó a contemplar dentro de los programas internos de protección civil de empresas y escuelas las acciones preventivas en caso de sismo, pero aún no se ha formado una cultura para reaccionar correctamente a un evento de estos y se sigue trabajando con la población para que se adquiera las medidas ante posibles sismos”, dice.
Añade que la gran parte de los edificios que se construyeron en Tampico hace décadas no cuentan con una infraestructura que soporte un temblor de ciertas magnitudes, sin embargo, hay nuevas edificaciones que ya tienen un soporte técnico para evitar daños mayores ante estos incidentes.
Es necesario seguir trabajando para generar una cultura en la ciudadanía, agrega, “ya que los terremotos no avisan y, como en aquella ocasión, se puede presentar por diversas causas. Debemos estar preparados para que un evento como este no vuelva a sorprendernos, como sucedió hace 14 años”.