Las recientes declaraciones de la cronista emérita del municipio de Tampico Alto, María Luisa Herrera Casasús, quien afirmó que Tampico no significa ‘lugar de perros’, han reavivado la polémica sobre la etimología correcta de nuestra ciudad. El historiador Raúl Sinencio Chávez ofrece su versión sobre la discusión.
EL SOL DE TAMPICO informó este jueves 18 de enero que durante la ponencia que ofrecieron cronistas de la región, como parte de la celebración del 270 aniversario de la fundación de Tampico Alto, Veracruz, Herrera Casasús sostuvo que como resultado de una investigación, concluyó que el nombre del puerto tamaulipeco es “lugar por donde huyeron”.
‘Otros significados de Tampico no son consistentes’
Para Raúl Sinencio Chávez, existen obras especializadas que desde el siglo XIX han reafirmado que Tampico, en la lengua huasteca, significa lugar de perros, al ser una palabra compuesta por dos partículas: "tam", lugar; y “pico”, perros.
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Añadió que esto quedaría ratificado a partir de los elementos gráficos incluidos en el escudo de la ciudad. “Sus elementos icónicos muestran unos canes a orillas de un paisaje ribereño. De manera alegórica, la heráldica enfatiza que Tampico es lugar de perros”, compartió el investigador a EL SOL DE TAMPICO.
Sinencio Chávez refirió que el significado de Tampico sigue una lógica en la toponimia, es decir, el origen de los nombres propios de lugar, y que poseen muchos sitios de la Huasteca. “Tamesí, lugar de lagartos; Tampico, lugar de perros; Tamaulipas, lugar de montes altos; Tambaca, lugar de gorupos; ejemplifican la constancia de esta lógica”, dijo.
A partir de esta lógica, Sinencio Chávez señaló que no es consistente la versión de que el nombre de Tampico haga alusión a un acontecimiento humano ocurrido en algún periodo de la historia “como batallas, epidemias, ciclones y hechos análogos”.
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Los perros, una presencia notoria en la Huasteca
Mencionó que la presencia de canes en la desembocadura del río Pánuco ha quedado registrada en las figurillas huastecas dedicadas a este animal, las cuales se han encontrado en la región; así como en testimonios históricos. “(Como el de) Pedro Martínez de Loayza, alcalde mayor de Pánuco, quien hacia 1603 incluye a los perros entre la fauna ribereña”.
El historiador afirmó que desde la primera mitad del siglo XX existen reticencias y prejuicios para aceptar que Tampico quiere decir lugar de perros en la lengua huasteca, por la percepción que se tiene de estos animales.
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“Es mucho lo que Tampico puede ganar si remonta prejuicios y asume de manera identitaria el significado comprobado de su topónimo”, dijo Sinencio Chávez sobre ante la polémica de la versión de que Tampico ya no significa ‘lugar de perros’.
