En México se intentó en dos ocasiones establecer un sistema de gobierno monárquico. En 1822, el proyecto fue encabezado por Agustín de Iturbide. En 1864, el segundo intento le correspondió a Maximiliano de Habsburgo. Ambos hombres fueron fusilados. Esta es la historia del personaje que fue conocido como Agustín I y de las calles de Tampico que llevan su nombre.
Una de las vialidades con el apelativo “Agustín de Iturbide” está ubicada en la zona centro, cruza Madero, Díaz Mirón y Carranza. La otra es una privada en la colonia Guadalupe Victoria, rodeada por las calles José María Morelos y Pavón e Ignacio Allende. La cabeza del primer imperio mexicano es considerado traidor a la patria o héroe de la Independencia, ¿por qué?
Del ejército realista a cabeza del movimiento independentista
Gracias a la organización Memoria Política de México, aunada a la Biblioteca jurídica virtual de la UNAM y a la Enciclopedia histórica y biográfica de la Universidad de Guanajuato, sabemos la siguiente información:
Cuando el movimiento de Independencia estalló el 16 de septiembre de 1810: Miguel Hidalgo era el cabecilla del ejército insurgente y Agustín de Iturbide y Arámburu, era un alférez (un oficial de grado menor) en el ejército realista, para ser específicos, en el regimiento de Valladolid (hoy Morelia).
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Entre el 23 y 24 de diciembre de 1813, Iturbide logró vencer a José María Morelos y Pavón en las lomas de Santa María. El 5 de enero de 1814, hizo lo propio con Mariano Matamoros. Para ese momento, ya tenía el cargo de coronel.
En 1816, el ejército realista levanta cargos contra él, acusándolo de saqueos, para después exonerarlo. Al parecer, durante la época, el estado de guerra en el cual se encontraba el país propició un escenario de robos, invasiones y estafas a gran escala.
De 1816 a 1820, después de abandonar las armas, Arámburu se trasladó a la ciudad de México; donde se especula dedicó la mayor parte del tiempo al ocio.
En 1820, fue convocado a la reunión del “Plan de la Profesa” donde diversas familias españolas, criollas y mestizas, asociadas con autoridades eclesiásticas, acordaron consumar la independencia del país, con el objetivo de desconocer la Constitución liberal de Cádiz. La cual, al parecer, iba a disminuir el poder político y económico de los novohispanos a favor de la corona española.
Llega el abrazo, se constituye la corona y empiezan los problemas
Se piensa que el 10 de enero de 1821, Agustín de Iturbide se encontró frente a Vicente Guerrero. Los hombres que han peleado durante años en bandos diferentes, se abrazan. Dando comienzo al ejército Trigarante o ejército de las tres garantías, bajo el lema: “religión, unión e independencia”.
El 24 de febrero, se proclama “El plan de Iguala”, estableciendo 23 artículos básicos. En ellos se decretó que si el rey Fernando VII no aceptaba la corona de México bajo ciertas condiciones, sería la Junta Provisional Gubernativa (Congreso) la responsable de designar un monarca para el país.
El 27 de septiembre de 1821, el día que cumplía 38 años, Iturbide entró a la capital del país, al frente del ejército Trigarante. La historia señala la fecha como la culminación de la Independencia de México.
Cuando la Junta Provisional Gubernativa se creó, todos los miembros formaban parte del antiguo movimiento realista, lo que causó el descontento de las fuerzas insurgentes. Mientras que los primeros pugnaban por la instauración de la monarquía; los segundos defendían la idea de establecer una república.
El 18 de mayo de 1822, se nombra a Agustín de Iturbide y Arámburu, emperador de México, bajo el título de Agustín I en la Catedral Metropolitana. Dependiendo de las fuentes consultadas, algunos señalan que el anuncio fue tomado con alegría por la población; otros dicen que no fue así.
Se aduce que durante el tiempo que Iturbide y Arámburu fue nombrado emperador, el mayor problema que tuvo con el Congreso fue la administración de los poderes. No se consideraba prudente que el líder ejecutivo tuviera a su cargo también las fuerzas militares. Además de existir discrepancias sobre el orden judicial y la disposición de recursos financieros.
En diciembre del mismo año, después de que Iturbide disolviera el Congreso, Antonio López de Santa Anna y Guadalupe Victoria, se levantaron en armas en contra de la monarquía por medio de “El Plan de Casa Mata”, apoyados por Nicolás Bravo y Vicente Guerrero. El 19 de marzo de 1822, Iturbide declina el título y se exilia en Italia.
Encuentra su fin en Tamaulipas
El 14 de julio de 1824, regresó a México, vía Soto la Marina, Tamaulipas presuntamente para informar de un intento de reconquista de la corona española. Sin embargo, en ese momento, aunque él lo desconocía, ya era catalogado como “traidor a la patria” debido a su papel como antiguo emperador.
El motivo de regreso de Iturbide podría ser cierto si se considera como evidencia la carta que el Ayuntamiento y Consulado de Cádiz envía a Fernando VII, el 7 de diciembre de 1829, ofreciendo hombres para una nueva cruzada militar en el antiguo territorio de la Nueva España.
Agustín de Iturbide fue ejecutado en Padilla, Tamaulipas, el 19 de julio de 1824. La Biblioteca Digital Mexicana guarda la carta de casi 25 pliegos, al parecer salpicada de sangre, que fue encontrada entre su ropaje.
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En ella el militar escribió: “Mi objeto es sólo sincerarme de las detracciones con que se me calumniara, y del desafecto de los que me son deudores de otros sentimientos: amor a la humanidad, idolatría por mi patria y anhelo por el orden”.
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En 1921, la placa de Agustín de Iturbide fue retirada de la Cámara de Diputados de la nación. No obstante, en Tampico, Tamaulipas, dos vialidades aún conservan el nombre. Como dato curioso, la privada Agustín de Iturbide, en la colonia Guadalupe Victoria, cercana a Morelos y Allende, coloca a Iturbide en medio de los hombres que un día fueron sus compañeros y otro día sus enemigos.
