En la región de los Andes se celebra el ritual Takanakuy, una costumbre ancestral donde (supuestamente) los participantes fomentan su salud mental al golpear a los demás. Esta polémica tradición recurre a la violencia como un medio para aliviar la tensión y solucionar rencillas entre la población. Descubre cuál es su historia, causas y consecuencias.
La historia del rito Takanakuy
El origen del Takanakuy se remonta a la época colonial de Perú, cuando el territorio estaba gobernado por la corona española. Los hispanos solían someter a los andinos a salvajes peleas por diversión. Las cuales después se combinaron con la costumbre de la Huaylía, cantos y danzas populares inspirados en la resistencia de los pueblos a la colonización.
De acuerdo a las declaraciones del exalcalde de la ciudad de Santo Tomás, Florentino Laime, para la BBC, la tradición permanece activa hasta la actualidad por el olvido de las autoridades hacia la región. En el pasado, los habitantes no tenían otra forma de resolver sus problemas más que en el campo de batalla, midiendo fuerzas y luchando por vencer a sus contrincantes.
Takanakuy, una pelea con reglas
Las Rondas Campesinas de Santo Tomás son el grupo encargado de velar por el orden y el cumplimiento de las reglas del Takanakuy. El ritual, celebrado el 25 de diciembre, sigue los siguientes pasos:
Primero, el 24 de diciembre, los habitantes de Santo Tomás se reúnen en la casa de los padrinos del rito, los cuales cambian cada año. En ese momento se baila, se canta y se bebe para prepararse para la celebración.
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Segundo, el 25 de diciembre, al mediodía, las personas se reúnen en la plaza pública de la ciudad, comienzan los cantos y los bailes de la Huaylía.
Tercero, da inicio la celebración. Aquellos que deseen medir sus fuerzas con los demás comienzan a bailar a la vista de todos. El objetivo es la intimidación.
Cuarto, el retador pasa al frente y pronuncia el nombre de la persona con la cual desea pelear, quien ha sido desafiado puede o no aceptar la pelea. Nadie está obligado a formar parte de la tradición.
Quinto, los adversarios deben ser de género, estatura y complexión similar. El Takanakuy sé celebra en igualdad de condiciones. Cada pelea tiene una duración aproximada de tres minutos. Pueden participar jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, pero no niños.
Sexto, las reglas del combate son las siguientes: la pelea es a puño limpio o a patadas. No se permite el uso de ningún tipo de arma, tampoco es correcto atacar por la espalda, inmovilizar al oponente o golpear a quien ya ha sido derrotado.
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Séptimo, los participantes pueden recurrir al uso de pieles y máscaras de animales disecados, los más populares son los zorros, los gallos o los ciervos. Quien los porta cree que el espíritu, la fuerza y la vitalidad de esos seres le son transmitidos a su propio cuerpo y mente.
Octavo, una vez finalizado el combate, las partes bailan, se dan un abrazo aceptando la culminación del reto y dan por válidos los resultados.
No todos son partidarios de la celebración Takanakuy
En declaraciones de Iván Cruz, ingeniero en electrónica de 28 años oriundo de Arequipa, Perú, la tradición del Takanakuy: “es propia de gente terca y problemática, quien supuestamente intenta resolver sus conflictos mediante los golpes”.
La OMS establece que el uso de la fuerza física puede causar lesiones, daños psicológicos y trastornos en el desarrollo de la conducta. Entre sus consecuencias, la Organización señala, probabilidad de baja autoestima, falta de lazos emocionales y abuso de sustancias psicoactivas.
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Por su parte, las Rondas Campesinas de Santo Tomás opinan que el Takanakuy es un ritual de raíces chumbivilcanas, cuyo objetivo es liberar tensión entre los participantes. Un deporte no muy lejano al box, lucha libre, karate, kickboxing o sumo.
Clinic Mayo apunta que las actividades físicas de alta intensidad liberan endorfinas, lo cual aumenta la sensación de bienestar en las personas, mejora el humor, y reduce los sentimientos de impotencia y coraje.
¿Tú qué piensas? ¿Se puede fomentar la salud mental al golpear a los demás o no? ¿Te unirías a la tradición del Takanakuy, u optarías por resolver tus conflictos de manera pacífica, mediante el diálogo?