La imagen de Santa Claus es muy popular en nuestros días. La figura de un hombre alto y regordete, canoso, de piel blanca, con lentes y vestido de rojo, con un saco al hombro y en compañía de nueve renos, le ha dado la vuelta al mundo.
Sin embargo, no siempre fue así. Santa Claus ha sido delgado, también fue un duende y se vistió de verde. Conoce la historia de su origen.
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Cronología de la figura de Santa Claus
Las publicaciones de National Geographic y El Mundo realizaron una investigación sobre la construcción y divulgación del personaje de Santa Claus. Aquí vamos a retomar los eventos y las fechas más importantes en la creación del mito del hombre que cada año, durante la Nochebuena, entrega regalos a miles de niños alrededor del mundo.
San Nicolás fue un personaje histórico, cuyo nacimiento se sitúa en algún momento del siglo III en Grecia. El hombre incursionó en el cristianismo en una época de represión y censura a la religión, el castigo para los partidarios de la figura de Jesús era la cárcel o la ejecución.
San Nicolás no fue la excepción, antes de que el emperador Constantino legitimara las creencias cristianas, pasó largos años preso. Los historiadores especulan que sufrió fracturas corporales como consecuencia de la persecución y falta de tolerancia a la libertad de expresión, propias de la época.
Una de las historias más conocidas y comentadas sobre él, es su apoyo a tres niñas, cuyo padre las obligaba a prostituirse para saldar sus deudas. De acuerdo al mito, San Nicolás depositó varias monedas en tres calcetines sobre la chimenea del hogar. De esa manera, evitó que las niñas continuaran siendo víctimas de lenocinio.
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Se cree que San Nicolás falleció un 6 de diciembre durante el siglo IV en la ciudad de Mira, provincia de Venecia, en Italia, lugar donde era obispo. Aunque sus restos descansan en el puerto de Bari, en el mismo país.
La leyenda de Santa Claus cobra vida
A partir de 1200 e.c, su fama como protector de los infantes creció a lo largo de Europa. Era un hombre bueno, quien llevaba regalos a los niños al caer el sol los días 6 de diciembre. A su figura se incorporaron características de los dioses Saturno y Odín, a saber, la barba blanca y la capacidad de realizar magia. Sin embargo, todo cambió con la llegada de la reforma protestante.
La reforma protestante fue un movimiento religioso, cultural y social del siglo XVI, fue el resultado directo de la inconformidad de diversos grupos ante la corrupción de la Iglesia católica y sus prácticas contrarias a la Biblia. En Europa surgen diversas denominaciones como consecuencia del cisma, entre ellas, los luteranos, el calvinismo y el anglicismo.
Durante esa época, la figura de San Nicolás es casi olvidada, su lugar como portador de felicidad y presentes es sustituido por uno de los elementos centrales de la religión cristiana, Jesús. La celebración cambia de fecha, se mueve del 6 al 25 de diciembre.
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Surgen personajes antagónicos de la leyenda, como Ru-klaus, Aschenklas y Pelznickel, conocidos como los “Santa Claus, el bruto, el de las cenizas y el peludo”. Todos tenían la responsabilidad de castigar a los niños que se portaban mal, incluso sometiéndolos a azotes y secuestros.
La literatura le abrió el camino a Santa Claus
El periodo de colonización del Nuevo Mundo le dio una nueva oportunidad a la figura de Santa Claus. Mientras las colonias inglesas solían consumir de manera excesiva bebidas alcohólicas durante la temporada, las colonias provenientes de los Países Bajos rescataron la figura de San Nicolás. Después llegaron los escritores y cambiaron el panorama.
En 1809, Washington Irving publica “El libro de los bombachos de Nueva York”, donde San Nicolás aparece fumando una pipa, volando por los cielos y repartiendo regalos.
En 1822, Clement Clarke Moore escribe “La noche antes de Navidad”. Aunque el autor concibió la historia para sus seis hijos, la trama cobró relevancia mundial. Aquí Santa Claus es un elfo regordete, quien viaja en trineo junto a sus renos.
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En 1902, L. Frank Baum, creador de “El maravilloso mago de Oz”, firma el libro “La vida y las aventuras de Santa Claus”. La imagen del protagonista se aproxima a la figura actual: es un hombre con barriga y barba blanca, quien regala obsequios a los niños, pero está vestido de verde.
La marca de Coca-Cola entra en escena
Una de las marcas de refresco más importantes y poderosas a nivel mundial se encariñó con Santa Claus. A tal grado que, en 1931, el diseñador Haddon Sundblom presentó al mundo la nueva imagen de la Navidad: Santa Claus vestía un traje rojo con detalles en blanco y zapatos negros. El resto es historia.
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Aquí lo tienes, Santa Claus no siempre se ha vestido de rojo, también ha tenido un traje verde, e incluso fue un elfo. Esta es la historia de su origen. Es indudable que, con el tiempo, el mito se va a seguir transformando, no sabemos cómo será Santa Claus de aquí a 100 o 200 años.