Samsung construirá una fábrica de semiconductores de 17 mil millones de dólares en Texas, en medio de una escasez mundial de chips empleados en coches, teléfonos y otros dispositivos electrónicos. La planta, situada a las afueras de Austin, sería la mayor inversión de la empresa surcoreana en Estados Unidos y se espera que opere en la segunda mitad de 2024.
Se espera que con la nueva planta de Samsung en Taylor, Texas, se generen más de 2 mil puestos de trabajo de alta tecnología directamente, y miles de puestos de trabajo relacionados una vez que la nueva instalación esté en pleno funcionamiento.
IMPULSARÍA PRODUCCIÓN DE ALTA TECNOLOGÍA
A través de un comunicado, Samsung expresó que la nueva planta impulsaría la producción de chips de alta tecnología utilizados para las comunicaciones móviles 5G, la informática avanzada y la inteligencia artificial, y también mejoraría la resistencia de la cadena de suministro.
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“Con una mayor capacidad de fabricación, podremos atender mejor las necesidades de nuestros clientes y contribuir a la estabilidad de la cadena de suministro mundial de semiconductores”, dijo Kinam Kim, vicepresidente de Samsung Electronics.
La empresa dijo que eligió Texas por factores como la estabilidad de la infraestructura, el apoyo del gobierno y la proximidad a su planta actual, en Austin.
La instalación ocupará más de 5 millones de metros cuadrados y se espera que sea un lugar clave para la capacidad de fabricación de semiconductores de Samsung a nivel mundial, junto con su última línea de producción en Pyeongtaek, Corea del Sur.
LA CRISIS DE LA ESCASEZ DE CHIPS
La escasez de chips se ha convertido en un importante obstáculo comercial y en una grave preocupación para la seguridad nacional de Estados Unidos. El confinamiento durante la pandemia de covid-19 ha provocado problemas de suministro, obstaculizando la producción de nuevos vehículos y dispositivos electrónicos durante más de un año.
La administración del presidente estadounidense Joe Biden ha prometido miles de millones de dólares en fondos federales para impulsar la fabricación de chips y la investigación, con el fin de garantizar una ventaja sobre China en tecnologías avanzadas y hacer frente a la escasez.