Recibir el diagnóstico de VIH-Sida muchas veces es tomado como una sentencia de muerte, pero en la actualidad este padecimiento no te mata, siempre y cuando lo detectes a tiempo, enfrentes, trates y des el seguimiento adecuado.
Aunque ha habido avances en la aceptación y no discriminación de quienes lo padecen, aun en la actualidad hay temor de algunos pacientes para acudir a recibir atención médica ante el miedo de ser señalados o estigmatizados.
Treinta y nueve años han pasado desde aquel 1983 que en el país se detectó el primer caso, actualmente la Secretaría de Salud federal tiene registradas más de 240 mil personas con VIH y diariamente se confirman 55 nuevas casos.
En Tamaulipas se atienden 3 mil 825 personas, de los cuales se desprenden mil 400 pacientes que acuden a los Centros Ambulatorios para la Prevención y Atención en sida e Infecciones de Transmisión Sexual (UNEME Capasits) de Tampico, es decir 36% de las atenciones estatales.
El director de la unidad regional, Juan Beltrán Saldaña, explicó que aquí no solo se atienden a personas del sur de Tamaulipas, sino también a provenientes del norte de Veracruz, San Luis Potosí e Hidalgo.
El Capasits llega a reportar alrededor de 15 nuevos casos al mes, con un promedio de 180 pacientes nuevos al año.
La meta es ser indetectable
Apun se cree que el VIH y el Sida es lo mismo, pero estos tienen una clara diferencia, sobre todo en los síntomas y riesgos.
El VIH es la presencia del virus en sangre que muchas veces es asintomática, misma que al no detectarse o no tratarse puede convertirse en el Sida (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida), bajando las defensas del paciente, volviéndolo vulnerable a enfermedades oportunistas que puedan representan riesgo de muerte.
En la fase de Sida puede haber fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular y articular, erupción, dolor de garganta y llagas dolorosas en la boca, ganglios linfáticos inflamados, diarrea y pérdida de peso, por lo que debes acudir con el médico.
Al detectarlo y comenzar un tratamiento antirretroviral el reto es ser indetectable, es decir que deben mantener la constancia en el consumo de las pastillas -algunos tratamientos solo una al día- para bajar las réplicas del virus en la sangre.
Ser indetectable representa que el paciente es portador, pero no se considera un factor de riesgo de transmisión, aunque como una medida preventiva se recomienda uso de preservativos en relaciones sexuales.
Otro aspecto es mantener altas las defensas o CD4, esto se logra con una buena alimentación y ejercicio.
Ninguna prueba puede detectar el virus inmediatamente después de la infección, los diagnósticos más concretos proporcionan resultados confiables entre 10 y 33 días después de la exposición. En el Capacits se puede tener acceso a pruebas rápidas gratuitas.
Ana Karen, 36 años sobreviviendo al VIH
La presidenta de Tamaulipas Diversidad Vida Trans, Ana Karen López Quintana, es una clara muestra de que esté mal no te mata si lo enfrentas, ya que tiene 36 años con este diagnóstico y hoy es una incansable luchadora para el respeto de los derechos de las personas con este padecimiento.
Reconoce que hay avances en la aceptación de los pacientes, pero lamentó que sigan existiendo pacientes que prefieren morir antes que acudir a recibir atención médica, ante el temor de que algún familiar o vecino lo lleguen a ver y señalar de ser portadores de la enfermedad.
Para Ana Karen no ha sido sencillo, ya que al comenzar su tratamiento le dijeron que tenía que esperar que algún paciente muriera para que pudiera tener el fármaco, en ese momento se dio cuenta que tendría que luchar por su legítimo derecho a la salud.
“Fue tan fuerte mi coraje que pensé: ¿por qué tengo que esperar a que alguien se muera si todos tenemos derecho al medicamento y a vivir?’” recordó la hoy activista.
En ese momento decidió colocarse una capucha y vestirse de blanco para protestar afuera de las dependencias de salud para luchar por la vida, hoy han logrado grandes beneficios entre las que destacan una mejor calidad de vida y un virus que permanece encapsulado.
De 18 a 1 pastilla
Los avances en los fármacos han sido sorprendentes, al pasar de un esquema de varias pastillas a solamente una.
“Inicie mi tratamiento con 18 pastillas diarias, ahora solamente una me tomo, pero es suficiente para ayudarme a que el virus ya no se multiplique en mi sistema inmunológico, sea indetectable y mucho menos transmisible” dijo.
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Aunque la información esta a la mano, la negativa de quienes tienen practicas de riesgo para hacerse pruebas, pensar que a ellos no les va a pasar o al ser diagnosticado resistirse al tratamiento, sigue siendo lo más mortal.
Estos avances han hecho posible que las embarazadas con VIH puedan tener hijos libres del virus, pero la falta de detección oportuna genera que sigan presentandose recien nacidos con este virus.
En la zona hay, según el Capacits, hay 40 pacientes con VIH menores de 10 años.
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El VIH enseñó lo hermoso de la Vida: Elías
Cuando tenía apenas 17 años Elías Rivera recibió la noticia que era VIH positivo, en un momento la vida le cayó encima, hoy sabe que fue la posibilidad para valorar la vida.
Cuenta con 31 años, es oriundo de Tampico y confieza que su contagio se dio al practicar el comercio sexual, uno de sus clientes le transmitió el VIH que pensaba lo iba a matar de inmediato.
Recibió el rechazo de algunos de sus seres queridos, incluso de los compañeros dedicados al trasvestismo, fue objeto de bullying y ofensas que impactaron en su estado de ánimo.
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“La fe en Dios fue lo que me ayudó a vencer esa situación y saber que también había quien me aceptaba y ayudaba” dijo.
La sombra de la desesperación terminó al integrarse a Tamaulipas Diversidad Vida Trans, permitiendo que poco a poco su entorno cambiará de manera satisfactoria, ya que las personas que la rodearon en su día a día, terminan siendo de gran corazón.
Hoy sigue dedicado al transvestismo, donde imprime su talento para interpretar a diversos artistas y entretenar a las personas
“Las personas con VIH podemos tener toda una vida más placentera, lo cual se ha logrado con apoyo de las asociaciones y las instituciones de salud quienes nos brindan el medicamento necesario para el tratamiento que nos brinda una esperanza de vida mucho mayor” dijo a El Sol de Tampico.
Esta forma de vivir feliz con el virus la transmite a quien enfrenta el mismo diagnostico y orienta a quienes no lo tienen para que se cuiden dejando el claro que el VIH-Sida no te mata, siempre y cuando lo enfrentes de manera responsable y constante.
El Virus de la inmunodeficiencia Humana (VIH). (Cortesía Pixabay)