Entonces, algo ocurre de manera diferente a la que tú esperabas (o anhelabas). La ira, la molestia y la decepción escalan en tu ánimo. Reaccionas de manera inesperada, impulsiva y radical, después te cuestionas el porqué. Felicidades, acabas de descubrir que no tienes tolerancia a la frustración, ¿qué es y cómo desarrollar tal capacidad?
Tolerancia y frustración
La Real Academia Española (RAE) define “tolerar” en su primera y tercera acepción como “llevar con paciencia” y “resistir”. Por su parte, la “frustración” equivale a un “sentimiento de insatisfacción o fracaso”.
Uniendo ambos conceptos, la tolerancia a la frustración implica “soportar las emociones de descontento y decepción”. Se escribe muy fácil, en teoría es la mejor alternativa, sin embargo, en la práctica, saber cómo actuar ante una situación de alto grado de estrés no es tan sencillo de lograr.
La Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es “la capacidad para afrontar problemas, limitaciones, molestias, incomodidades o tareas difíciles”.
Una buena tolerancia a la frustración, acorde a la misma institución, se traduce en índices moderados de enojo (incluso rabia) y en un impulso de persistencia.
Por el contrario, una mala tolerancia conduce a niveles elevados de irritabilidad y desencanto. Además, puede desencadenar escenarios de depresión, ansiedad, baja autoestima e incluso actos de violencia y agresión.
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¿Por qué se origina la frustración?
El Diccionario de las emociones de la UNAM asimila la “frustración” como un comportamiento, una respuesta emocional y un estado de la psique. El cual surge ante un deseo insatisfecho o una meta malograda, ya sea por motivos internos o externos.
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Las personas se frustran cuando comprenden que la realidad está fuera de su control, es decir, que sin importar su voluntad, sus esperanzas, sus esfuerzos, sus anhelos y la inversión realizada, un acto no va a concretarse o los demás no van a actuar de la manera esperada.
La base de la frustración es la incertidumbre y la seguridad. Cuando no se logra manejar de manera apropiada, puede propiciar un grave detrimento para la salud mental.
No obstante, cuando la frustración se aprende a dominar, la persona asimila que si bien no controla lo que sucede en el mundo, todavía tiene la capacidad de determinar cómo la realidad la va a afectar, por lo cual, se vuelve un impulso para la acción.
La falta de tolerancia y su relación con la salud mental
La falta de tolerancia a la frustración está estrechamente relacionada con la inestabilidad emocional, por ende, a la inestabilidad personal.
Los síntomas de un escenario mental repleto de emociones negativas son las siguientes:
- Ansiedad constante
- Temperamento impaciente
- Conductas repetitivas
- Sensación de nerviosismo
- Actos agresivos
- Abandono de metas y proyectos
- Procrastinación
- Estado depresivo
¿Cómo aprender tolerancia a la frustración?
Primero, respira. Quizás parece el fin del mundo, pero no lo es. La Facultad de Psicología de la UNAM aconseja las siguientes medidas para lidiar con situaciones difíciles:
- Renunciar a la perfección. La perfección es un estado irreal e inalcanzable
- Fomentar una buena autoestima (confía en ti y sé amable contigo mismo, sé tu mejor amigo)
- Reconocer y aprender de los errores
- Establecer un plan B en caso de que el plan A falle
- Identificar si se actúa por impulso o por lógica
Todas las personas sienten miedo en su vida, todos temen fracasar. La tolerancia a la frustración implica dominar las emociones y actuar en consecuencia de una meta.
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En palabras de Theodor Roosevelt: “El reconocimiento pertenece al hombre que está en la arena, con el rostro desfigurado por el polvo y el sudor y la sangre; quien se esfuerza valientemente; quien erra, quien da un traspié tras otro, pues no hay esfuerzo sin error ni fallo; pero quien realmente se empeña en lograr su cometido”.
Ahora que sabes qué es y cómo desarrollar la tolerancia a la frustración, ¿vas a trabajar de manera activa en mejorar tu capacidad de hacer frente a los inherentes desafíos de la existencia y a manejar mejor tus emociones? ¿O no?