A menudo se habla de los beneficios de tener una alta autoestima: por ejemplo, otorga facilidad en la toma de decisiones y fomenta relaciones interpersonales sanas e interesantes. Sin embargo, la psicología también advierte de los “riesgos” de índices demasiado altos de amor propio. Los cuales pueden desencadenar un escenario negativo para la salud mental.
¿Qué es la autoestima?
El Diccionario de Español de México define la “autoestima” como el “aprecio que alguien tiene de sí mismo y de su propio valor”. Esto incluye tanto la consideración que una persona experimenta hacia sus propias habilidades, pero también el reconocimiento a sus limitaciones.
Una buena autoestima, acorde al Instituto Europeo de Psicología Positiva, se caracteriza por las siguientes actitudes y capacidades:
- Confianza
- Tener criterio propio
- Facilidad para la toma de decisiones
- Habilidades de comunicación interpersonal
- Reconocimiento y buen manejo de emociones y pensamientos
- Participación activa en grupos sociales
- Autonomía e independencia financiera, laboral y psicológica
- Capacidad para resolver problemas de manera proactiva y creativa
- Establecer metas a corto y largo plazo
- Gusto por adquirir nuevos conocimientos y realizar actividades nuevas
- Establecer y defender ciertos ideales, valores y objetivos
- Admitir desaciertos y limitaciones
- Tomar responsabilidad por acciones u omisiones
¿Tener una alta autoestima puede resultar negativo?
En su artículo “Alta autoestima, ¿es igual al narcisismo?”, la psicóloga Sonia Castro explica que una alta autoestima puede tender a un exceso ficticio y negativo de confianza. El cual puede desencadenar una conducta de arrogancia o narcisismo.
El narcisismo, desde el psicoanálisis, es entendido como “una fijación afectiva en donde un individuo se ama a sí mismo”. El término evoca a Narciso, un personaje de la mitología griega, quien es incapaz de levantar la mirada de su reflejo en el lago. Narciso solo puede (y desea) admirarse a él mismo. Por ello, ignora al resto del mundo.
De acuerdo al escritor antiguo Ovidio en su obra “Metamorfosis”, Narciso elige la muerte antes que renunciar a su amor propio. No obstante, él no es el único afectado por su egoísmo. Eco, una joven ninfa quien se enamora de Narciso, al ser rechazada, cunde ante la desesperación y se refugia en una cueva, donde perece.
Una autoestima exacerbada tiene estas consecuencias:
- Tener exceso de confianza
- Dificultad para admitir errores
- Pensar que el resto del mundo o los admira o los envidia
- No tomar en cuenta las opiniones ajenas
- Tender a la vanidad
- Conducta de autosuficiencia y superioridad
- Gusto extremo por los elogios
La diferencia crucial entre una buena autoestima y una autoestima exagerada es que mientras la primera hace sentir a las personas como “los reyes del mundo”, la segunda les hace creer que, en verdad, lo son y los demás deben tratarlos como tal. Una autoestima exagerada no se basa en la igualdad, en su lugar, aboga por las jerarquías y el elitismo.
Entonces, ¿tener una alta autoestima puede ser algo negativo? Sí, la psicología advierte sobre sus “riesgos”. Entre ellos, impide la creación de relaciones interpersonales satisfactorias y significativas. Contrario a una buena autoestima, una autoestima desproporcionada no promueve el desarrollo integral de las personas, lo impide.