La tecnología médica ha tenido avances sorprendentes, un ejemplo de ello es el tamiz ortopédico, en el que, además de diversas enfermedades, es posible detectar la displasia de cadera o el pie equinovaro desde el nacimiento.
En América Latina la detección de displasia de cadera reporta a 25-50 niños por cada 1000 recién nacidos vivos; hace cinco años, esta estadística era de 1 por cada mil.
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En México, nacen 5 mil niños al año con la malformación de pie equinovaro. De este último padecimiento, 10% es heredado, y el otro porcentaje se desarrolla durante la gestación y se asocia con algunos síndromes.
Entre las actuales propuestas para detectar padecimientos como el pie equinovaro y la displasia de cadera, se realiza un tamizaje que puede verificar desde los primeros meses de gestación estos problemas de salud, que pueden corregirse de manera oportuna y con resultados más efectivos.
El Dr. Víctor Hugo López García, traumatólogo ortopedista con postgrado en alta especialidad médica en ortopedia pediátrica, señala que el tamiz ortopédico consiste en una revisión del niño desde la semana tres hasta el mes cuatro de vida, siendo el mejor momento para llevar a cabo la revisión completa en busca de una malformación congénita oculta.
"Dentro de este tamizaje también se realiza un ultrasonido de caderas para detectar de manera oportuna la displasia en el desarrollo, para que, de inmediato que el estudio arroje algo positivo, se inicie con los tratamientos para corregir este tipo de condiciones durante los primeros años de vida," menciona.
En el caso de la displasia de cadera, dice, "se realiza un tratamiento conservador no quirúrgico que tiene una efectividad de hasta un 90%, y los niños se curan. Pero si esto no se realiza, por falta de un tamiz, llegando a su atención más tarde, los tratamientos son en su mayoría con cirugías, y los pronósticos no son tan buenos."
Añade que "sobre la detección de alguna deformidad, se les explica el método a seguir, comienza el tratamiento en varias fases, en los tres primeros meses son cambios seriados de yeso, una pequeña cirugía y el uso de una férula, después solo es seguimiento hasta los 5 años con las consultas y el uso de una férula especial."
Los tamizajes para detectar la displasia de cadera de manera oportuna con ultrasonido, que también sirve para ver malformaciones congénitas en los pies, como el pie equinovaro, deben ser considerados por los padres, ya que, al detectarse de manera oportuna, los riesgos son menores, y los tratamientos son más efectivos.
Salvamento de extremidades por tumores óseos
En lo referente a los tumores óseos, agrega el facultativo, "el diagnóstico se hace con un grupo multidisciplinario que se realiza con un patólogo que da el diagnóstico. De ahí pasa con el oncólogo, y este último da luz verde o no, para poder aplicar los diversos métodos de salvamento de las extremidades y que el menor sobrelleve mejor esta enfermedad".
El especialista menciona que en Tamaulipas se han llevado a cabo cinco cirugías de salvamento de extremidad exitosas en padecimientos de cáncer óseo, de las cuales en cuatro ha participado como ortopedista pediátrico.
Esto le ha permitido ganar experiencia en los distintos tratamientos que se aplican para este tipo de procesos y reforzar el trabajo en conjunto con otros doctores.
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El Dr. Víctor Hugo López García, que también tiene una certificación internacional en el método de Ponseti para el pie equinovaro y certificación en ultrasonido de cadera, así como entrenamiento en tumores musculoesqueléticos, señala que la recomendación número uno es que los padres presten atención a sus hijos y a cualquier signo que noten para abordarlo de manera oportuna.
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El tamiz ortopédico es una de las herramientas más efectivas y avanzadas para detectar la displasia de cadera y el pie equinovaro desde el nacimiento
