Tras un examen realizado el martes por el Comité de Ética del país; Mario, un paciente tetrapléjico de 43 años, será la primera persona a la que se le conceda el suicidio asistido en Italia. La decisión se produce un año después de que Mario, que lleva 10 años paralizado del cuello para abajo tras un accidente de tráfico, solicitara el controvertido procedimiento.
En Italia el suicidio asistido sigue siendo ilegal, a pesar de los recientes esfuerzos por cambiar esta normativa, donde cualquiera que ayude a otra persona a quitarse la vida se enfrenta a 5 y 12 años de cárcel. No obstante, Mario es el primer caso en ser aprobado tras la sentencia histórica del Tribunal Constitucional que autorizó el derecho al suicidio asistido en Italia, bajo ciertas condiciones, en 2019.
Mario, que tenía como oficio el de camionero, requiere de cuidado las 24 horas del día desde su accidente. Lleva largo tiempo luchando para que se le permita tomar medicamentos que pongan fin a su vida.
“TENGO UN DOLOR CADA VEZ MÁS INTENSO”, EXPLICÓ EL PACIENTE
En agosto, escribió una carta abierta al ministro de Sanidad, Roberto Speranza, que fue publicada por diversos periódicos italianos, en la que pedía: “Quiero utilizar las pocas fuerzas que me quedan para conseguir una muerte digna”. También dijo que sufría “un dolor cada vez más intenso” y que tenía derecho a poner fin a su sufrimiento.
La decisión del tribunal se da a partir del dictamen de que Mario cumple los requisitos establecidos: que está vivo a causa de tratamientos, que su patología es irreversible, que es plenamente capaz de tomar decisiones libres y conscientes y que padece un sufrimiento físico o psicológico que considera intolerable.
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Este veredicto representa también una victoria para los activistas del derecho a morir en toda Italia, que todavía tienen que luchar contra una fuerte oposición de la Iglesia católica del país y de los legisladores católicos conservadores.